lunes, marzo 08, 2010

Cuba: castrismo y sociedad civil ( I )/ Lázaro González


Cuba: castrismo y sociedad civil ( I )
Lázaro González/Cubanálisis-El Think-Tank

To fight and conquer in all your battles is not supreme excellence;

supreme excellence consists in breaking the enemy's resistance without fighting.
-Sun Tzu, The Art of War

El fallecimiento del disidente y prisionero de conciencia Orlando Zapata Tamayo el pasado 24 de febrero, luego de protagonizar una dramática huelga de hambre por 86 días, pone de relieve la urgente necesidad de examinar los objetivos, medios y el estado en que se encuentra la sociedad civil, la resistencia cívica y la lucha no violenta en Cuba en momentos en que el castrismo se encuentra en fase de transición al Neocastrismo.

Sin embargo la no violencia, que debe ser entendida como no violencia activa, esta íntimamente relacionada con la desobediencia civil, en tanto su objetivo es un cambio político, social y cultural en una sociedad determinada empleando exclusivamente tácticas y métodos de lucha no violenta activa.

Si bien es cierto que la doctrina de la no violencia activa, como la entendemos hoy, se deriva del “satyagraha” de Gandhi; es igualmente tributaria del pensamiento anarco-pacifista de Tolstoi y de H.D. Thoreau.

No obstante, existen antecedentes de manifestaciones de lucha no violenta activa desde tan temprano como en el ano 494 A.C. con la denominada Huelga de los Plebeyos que concluye con el acuerdo de la Ley de las XII Tablas.

En 1867 los húngaros alcanzan su autonomía de Austria siguiendo acciones de no violencia activa; mientras que los finlandeses logran una relativa independencia del imperio zarista en 1905, luego de una huelga general y el empleo combinado de acciones no violentas y no colaborativas.

Para 1940 se inicia en la India la etapa final de la campana de Gandhi que logra neutralizar la hegemonía del imperio británico y alcanzar la independencia tanto de la India como de Pakistán.

En lo que constituye una verdadera excepción en América Latina, prácticamente desconocida y no estudiada con el detenimiento que merece, el general Maximiliano Hernández Martínez fue obligado a deponer el poder luego de una huelga general. Lo más notable de la experiencia es que, un mes antes, un grupo de militares fracasó en un levantamiento armado contra el mismo.

Para 1955 el reverendo Martin Luther King emprende su campaña por métodos de la no violencia activa contra la segregación racial en los Estados Unidos.

El movimiento pacifista contra la guerra de Viet Nam, en el cual también participo King en sus primeros momentos, constituyó un momento culminante en el despliegue de las potencialidades de la lucha no violenta activa y la desobediencia civil.

Personalidades como John Lennon y Mohamed Ali participaron activamente en este movimiento, que sufrió represalias brutales como la de la Universidad de Kent.

Expresado sintéticamente, Lech Walesa con el sindicato Solidaridad comienza una huelga en 1980 a la que se incorporarían el resto de los sindicatos polacos, que contribuyó decisivamente al derrocamiento del régimen pro soviético.

Entre otras personalidades que encabezan diferentes movimientos de desobediencia civil y que emplean acciones de no violencia activa se destaca las que lidera el reverendo Jesse Jackson en contra de la guerra de Irak y del armamentismo. No obstante, otros cientos de organizaciones emplean actualmente similares métodos, pero persiguiendo diferentes objetivos, Greenpeace entre ellos.

Pero en términos metodológicos, es mucho lo que le debe la doctrina de la desobediencia civil y la lucha no violenta a Mahatma Gandhi.

En breves palabras, Gandhi siempre estuvo abierto a realizar negociaciones y exponer sus puntos a la legitimación de un arbitraje. Igualmente consideró que la preparación del grupo involucrado en acciones de no violencia activa debía recibir una esmerada preparación.

Gandhi igualmente empleó con frecuencia el ultimátum a las autoridades coloniales británicas, y también realizó acciones de boicot económico y huelgas.

En el plano estrictamente político instrumentó la no cooperación con las autoridades, usurpó funciones de la administración colonial, e incluso creó gobiernos paralelos.

Tema particularmente complejo por dos razones.

Por una parte las experiencias anteriores de aplicación de estos métodos con la relativa excepción de El Salvador de 1944, se realizaron en contextos totalmente ajenos a la singularidad sociopolítica, histórica y cultural de Cuba.

Por otra parte, el castrismo como régimen de opresión despiadado no tiene elementos comunes con la India de Gandhi, ni con los Estados Unidos de los años 60, y ni siquiera con el régimen polaco contra el cual se levanto exitosamente Lech Walesa.

Por tanto los retos son aun mayores para los opositores cubanos, urgidos de implementar creativamente en contextos inexplorados la doctrina de la desobediencia civil y la lucha no violenta activa. [1]

En tal sentido, la singularidad de la desobediencia civil y la lucha no violenta activa en Cuba está sesgada por al menos tres elementos claves.

En primer lugar, durante los últimos 200 años de la Historia de Cuba, los principales movimientos políticos y emancipadores se han caracterizado por emplear fundamentalmente formas de lucha violentas.

  • Revueltas encabezadas por José Antonio Aponte [1812]
  • Conspiración de Rayos y Soles de Bolívar [1823]
  • La sublevación de “La Escalera” [1843]
  • Invasiones de Narciso López [1850, 1851]
  • Guerra de los Diez Anos [1868]
  • Guerra Chiquita [1879]
  • Guerra de Independencia [1895]
  • Reconcentración de Valeriano Weyler [1896-1897]
  • Guerra Hispano-Cubanaa-Norteamericana [1898]
  • Ocupación estadounidense [1898-1902]
  • Sublevación del Partido Independiente de Color [1912]
  • Primer golpe de estado de Batista [1933]
  • Segundo golpe de estado de Batista [1952]
  • Asalto al Cuartel Moncada [1953]
  • Invasión del Movimiento 26 de Julio [1956]
  • Asalto al Palacio Presidencial [1957]
  • Guerra civil en montañas y ciudades [1957-1958]

Los últimos 51 anos tampoco han constituido una excepción a este comportamiento. Desde las inmediatas ejecuciones a elementos vinculados al régimen de Batista hasta las largas cadenas de cárcel en juicios sumarios realizados por los llamados “Tribunales Revolucionarios.

La explosión del barco mercante “La Coubre” en plena bahía habanera cargado de armas adquiridas por el régimen de Fidel Castro, la invasión de Bahía de Cochinos, la Crisis de Octubre o de los Misiles, y la “limpia” del Escambray que sofocó a sangre y fuego los focos de rebelión contrarios al régimen y desterró a mas de 500 kilómetros de distancia a miles de sus originales pobladores.

La creación de la denominadas eufemísticamente “Unidades Militares de Ayuda a la Producción” [UMAP], verdaderos campos de concentración a donde fueron enviados indiscriminadamente jóvenes que no reunían los requisitos exigidos al “hombre nuevo”.

La exportación ininterrumpida por mas de 30 años de la subversión política y militar a América Latina y África, con el saldo de más de 300,000 soldados cubanos solo en Angola, en un período de 15 anos.

La implementación del Servicio Militar Obligatorio para todos los jóvenes del país. Las violentas represiones a cualquier forma de disidencia, que incluyen el amplio empleo de fuerzas paramilitares, en forma de mítines de repudio, contra simples personas que deseaban legalmente emigrar del país.

El castrismo además ha crucificado en la hoguera de su violencia a innumerables servidores, entre ellos al general Arnaldo Ochoa y al coronel Antonio de la Guardia.

Se pueden constatar, igualmente, otras muchísimas formas en que el régimen sistemáticamente usa la violencia coercitiva y represiva.

También es cierto que el castrismo ha sido sumamente cuidoso en evitar explosiones sociales interviniendo con la mínima fuerza requerida ante cualquier posibilidad. Las manifestaciones de los disidentes, por poner un ejemplo, se conjuran impidiéndoles salir de sus casas o enviando a las brigadas de respuesta rápida.

En segundo lugar, por la propia naturaleza del régimen instaurado en el poder el 1ro de enero de 1959.

El castrismo, en tanto sistema de dominación del clan de Birán, ejerce el control y la coerción del país en lo político, ideológico, social, económico y cultural. A su vez, se estructura sobre la base de un sistema de castas donde las personas son enmarcadas como individuos y nunca ciudadanos, lo que permite la reproducción cíclica de la pobreza estructural en tanto base sustantiva del mismo.

En tanto la razón del ser del castrismo es la conservación de un poder absoluto, omnímodo y eterno, cualquier discrepancia con el mismo recibe inmediatamente la respuesta que Maquiavelo sugería para los tiranos:

El que quiere ser tirano y no mata a Bruto y el que quiere establecer un Estado libre y no mata a los hijos de Bruto, sólo por breve tiempo conservará su obra"

Un tercer elemento que sesga la desobediencia civil y la lucha no violenta activa en Cuba es la relativa debilidad de la sociedad civil.

De un lado, la larga tradición de emplear formas de lucha violentas en la solución de los diferendos políticos, y de otro, el más de medio siglo de castrismo que ha suplantado la sociedad civil por un sistema de organizaciones fractales subordinadas al poder central, explican esta debilidad.

Ninguna de estas organizaciones castristas trabaja desde y para la sociedad civil cubana. Las mismas tienen su razón de ser en controlar y monopolizar todos los espacios sociales que pudieran introducir elementos de distorsión en el funcionamiento del sistema. Queda así establecido un férreo sistema de coerción y control de la sociedad que crea focos de poder y amplias periferias subyugadas.

Sin embargo, la sociedad civil cubana, aunque neutralizada en sus mecanismos concretos de inserción social monopolizados por el régimen, subyace en la realidad cotidiana como conciencia empírica, pero crítica del Castrismo.

La singularidad de la sociedad civil cubana no puede ser explicada siguiendo las definiciones clásicas de Alexis de Tocqueville o Jurgen Habermas, en tanto las mismas de una u otra manera exigen la existencia de organizaciones e instituciones sociales de carácter cívico y voluntarias que ejerzan un rol de mediadoras entre los ciudadanos y el estado. Bien se ha cuidado el castrismo de permitirlo.

Y ello no puede ser observado en Cuba en términos formales, ya que el castrismo monopoliza ese espacio crucial con sus organizaciones de “masas”, o de siervos, que es como realmente consideran a los ciudadanos cubanos.

A pesar que algunos criterios no consideran la existencia de una sociedad civil en Cuba siguiendo las formulaciones clásicas, la mejor evidencia de que la real sociedad civil cubana existe es la creciente apatía que experimentan los individuos frente a las “organizaciones de masas”, y que es objeto de gran preocupación por la élite y de severas criticas tanto en los medios de comunicación como en las reuniones de las mismas.

Salvo exiguas minorías que por tradición, fidelidad, oportunismo, o simple perversión sicológica, mantienen rutinariamente sus actividades en estas organizaciones, la inmensa mayoría, sin llegar a ser contestaria, expresa su inconformidad con el criollo “no coger lucha”.

Joaquín Cabezas De León expresa que: “En Cuba, no existe una sociedad civil alternativa oficialmente reconocida, en el mejor de los casos se encuentra en gestación. Las razones para utilizar la lucha cívica no violenta no tienen un fuerte componente, ni nacionalista-religioso como en la India, ni étnico como la experiencia de la lucha de los negros norteamericanos”. [2]

Y las conclusiones de De León deben ser acotadas, desde mi punto de vista. Por un lado, el hecho que la sociedad civil, que por cierto siempre es “alternativa” [al estado por propia definición] no sea reconocida “oficialmente” carece de importancia en un sistema como el castrista, que nunca la reconocerá per se; y por otro, el reconocimiento, oficial o no, no constituye una razón para afirmar que la misma se encuentra en gestación. En ciertas circunstancias hay cosas que deben ser medidas no por la propia luz que emiten, sino por el reflejo que provocan en los espejos. La sociedad civil cubana actualmente es una de ellas.

La sociedad civil cubana existe y ocupa un vital y heroico espacio que es objeto de atención y manipulación permanente por el castrismo. Sencillamente evalúese cuanta atención le presta el régimen cubano a los disidentes, opositores, blogueros y otras voces alternativas, incluyendo a la propia nomenklatura, la intelectualidad y la población en general, y tendrá una medida bastante exacta del nivel de potencialidades de la sociedad civil cubana.

Igualmente, no se puede evaluar a la sociedad civil cubana por los indicadores clásicos ajenos al contexto cubano, como el numero de organizaciones voluntarias que ejercen de mediadores entre la población y el estado, cantidad de publicaciones y medios masivos de comunicación, instituciones y organizaciones que atienden determinados segmentos de la sociedad o estratos de la población, etc.

El castrismo, oportunista por naturaleza y sufriendo paranoicamente de delirios de conspiración, es experto en monitorear y controlar las amenazas provenientes del entorno, siendo su primera prioridad las internas que dimanan de cualquier disidente, opositor o voz alternativa, aunque reales manifestaciones criminales se extiendan exponencialmente en todos los grandes núcleos de población.


Al no presentarse en Cuba los aglutinadores sociales de la sociedad civil a que hace referencia De León, aunque algunos estudiosos insistan en el problema racial, que a mi juicio no es un tema global que pudiera cohesionar a la sociedad civil en tanto alternativa al régimen imperante, aunque si a determinados estratos de la población, es imprescindible por su importancia teórica y practica definir el factor o factores potencializadores de la sociedad civil cubana.

La clásica sentencia de Gandhi que “la desobediencia civil es un derecho inherente al ciudadano” puede erigirse en factor aglutinador de personalidades como el músico Pedro Luis Ferrer, la bloguera Yoani Sánchez, e incluso del politólogo Pedro Campos, pero difícilmente sería comulgada por la mayoría de los habitantes de Songo-La Maya, la Habana Vieja y Remedios, o por albañiles, mecánicos, trabajadores por cuenta propia, dependientes gastrónomicos, bisneros y cooperativistas.

Lo evidente no siempre es meridianamente perceptible, y la complejidad de la potenciación de la sociedad civil cubana reside en la atomización de la misma en los disímiles intereses de los diferentes grupos y sectores sociales.

Por consiguiente, exigencias en términos de derechos humanos serán limitadas a aquellos espectros de la sociedad sensibilizados con los mismos, mientras que otros sectores, que no reaccionan a conceptos como democracia, libertad de expresión y asociación, y otros, pueden ser consecuentes con la expoliación que constituye la doble circulación monetaria, en tanto otros lo serian con la falta de oportunidades, la libertad de comercio, el deterioro de los sistemas de salud y educacionales, la crisis de valores sociales, los espurios salarios, los permisos de emigración y la escasez de alimentos y otros bienes de primera necesidad, solo por citar algunos ejemplos.

De lo que se trata, por consiguiente, es que la inmadurez de la sociedad civil cubana, acentuada por la intervención del castrismo, determina el carácter múltiple y complejo de sus factores cohesionadores.

No importa cuanto valor personal y sacrificio ofrezcan cada día los abnegados opositores pacíficos cubanos enarbolando las banderas de los derechos humanos, cuando los mismos no son apropiados por la masa critica de la sociedad cubana y solo son asumidos por determinados sectores.

La cohesión sico-social de una sociedad se regula por la correlación satisfacción-insatisfacción de la población ante el estado de cosas, y ahí reside la clave táctico-estratégica de los mecanismos cohesionadores.

En la formulación de las tácticas y estrategias de la lucha política, con particular hincapié en la lucha no violenta activa contra un régimen totalitario, manipulador y represivo, la importancia de determinar los espacios de mayor insatisfacción de la población ante la situación reinante constituye la clave para el trazado de los objetivos políticos.

Posiblemente uno de los referentes históricos mas convocados para el trazado de estrategias de lucha no violenta activa, sea el caso polaco y el sindicato “Solidaridad”.

Sin embargo, Eugeniusz Gorski ha explicado meridianamente las circunstancias que permitieron la formulación de las bases estratégico-conceptuales en este caso:

“La idea de sociedad civil vino a la luz con el surgimiento de la oposición democrática a partir de 1976. El principal teórico de la democracia post-totalitaria fue Adam Míchnik, cuyos escritos y actividades tanto contribuyeron al desarrollo de la sociedad civil democrática en Polonia y en los países limítrofes. En El nuevo evolucionismo expuso Michnik un programa de lucha por las libertades civiles y los derechos humanos en Polonia, «dirigido a la opinión pública independiente más bien que a las autoridades. En lugar de decirle al Gobierno cómo habría de perfeccionarse, lo que tiene que hacer el programa es decir a la sociedad lo que ésta ha de hacer››. [3]- negritas LG.

Por otro lado, no se observan en Cuba, a pesar de los recientes acontecimientos, liderazgos con real capacidad cohesionadora, como ocurrió en Europa del Este. [4]

Sin embargo, el discurso caudillista de medio siglo ha sido fracturado por el estrepitoso fracaso del sistema, lo que está provocando un creciente disenso en la mayoría de la población, e incluso en la nomenklatura: oportunidad y capital político con grandes potencialidades si logra estructurarse en acciones concretas.

Valores sociales profundamente entronizados en la conciencia social, como corrupción, doble moral, oportunismo, junto a otros que expresan la indiferencia hacia el discurso oficial, como el célebre “no coger lucha”, o los que comulgan con delitos sancionables en cualquier sociedad, como el “resolviendo”, expresan la saturación de una conciencia social individual y social divorciada de los patrones del régimen.

Crisis de valores cívicos que refuerzan el individualismo y el “sálvese quien pueda” constituyen una de las herencias más nefastas de medio siglo de un régimen que obtiene el poder y lo conserva solo reforzando el caos permanentemente. En términos de valores y normas culturales, estamos en presencia de una bipolaridad, que contiene al castrismo retrogrado y aislado gerenciando a unos “Otros” ciertamente fragmentados, y con diferentes visiones, tendencias e intereses, pero que tienen en común no querer más ser objeto de esa gerencia caudillista, obsoleta y fracasada.

De estas realidades debe nutrirse la sociedad civil cubana y sus líderes para catapultar el fortalecimiento de una sociedad civil que esté en condiciones reales de ejercer su protagonismo en la desobediencia civil y en la lucha no violenta activa contra un régimen oprobioso.

No obstante y luego de una búsqueda en Google de unas 100 paginas y mil enlaces de diversas variantes del termino “ORGANIZACIONES DISIDENTES, OPOSITORAS Y DE DERECHOS HUMANOS EN CUBA”, encontré la actualización mas reciente que elaboró un equipo de investigación del Partido Demócrata Cristiano de Cuba y que certifica que “Este trabajo ha sido revisado hasta el 30 de septiembre de 1999”. [5]

Pueden existir evidentemente otras actualizaciones, pero no las hallé. Y eso es lamentable técnicamente, y un gravísimo error de propaganda política, porque es una información muy valiosa que debe ser permanentemente actualizada y de fácil localización.

En el trabajo de referencia se enumeran 453 organizaciones disidentes, opositoras y de derechos humanos. De ellas solamente 90 [19.9%] exponen algún objetivo político como organización.

Un examen primario de los objetivos planteados revela que la mayoría de los mismos no cumplen los requisitos mínimos necesarios para ser considerados objetivos políticos.

Se observa, igualmente, la abrumadora coincidencia en temas, lo cual no justifica la dispersión de esfuerzos y recursos en un abanico de organizaciones que declaran en sus bases luchar por conceptos comunes, aunque no hayan alcanzado el rango de objetivo político por deficiencias en su elaboración.

Algunos ejemplos:

  • Alianza Nacional Cubana: Emitió un documento donde piden un plebiscito para que la nación decida su futuro, en el que deben participar todos los nacidos en Cuba, residan dentro o fuera de la isla. El referendo está basado en una pregunta ¿Desea usted una reforma de la Constitución vigente que garantice la libre expresión del pensamiento, la libertad de asociación, el pluralismo y la selección de los gobernantes mediante el voto directo, libre y secreto dentro del marco de la democracia representativa?
  • Asociación Martiana "Libertad, Igualdad y Fraternidad" (ALIF): Promover la lucha por la democracia y en defensa del respeto a los derechos humanos. Aspira a que se produzcan en la Isla los cambios económicos, políticos y sociales necesarios."No nos constituimos en una asociación inclinada a una tendencia política ni religiosa. Respetamos todas las concepciones políticas y religiosas sin unirnos a ninguna"
  • Asociación Nacional de Economistas Independientes de Cuba (ANEIC): Unir a los profesionales de la economía, que de forma independiente, deseen opinar y dar sus criterios sobre la situación económica del país, para estudiar y analizar su estado concreto y los preceptos que de ella se deriven. Discutir sin ninguna limitación, las opiniones independientes de sus afiliados u otros economistas sobre los problemas económicos que aquejan al país, analizando variantes de ordenamiento de proyección económica, divulgando las opiniones y trabajos de interés general entre las diferentes corrientes políticas de la nación cubana. Fomentar relaciones de intercambio de conocimientos y criterios con otros economistas y organizaciones, independiente de las afiliaciones políticas que puedan tener.
  • Asociación Pro Renovación Pacífica Cubana: Cooperar con otros sectores de la oposición interna al objeto de aunar esfuerzos por una unidad seria, honrada, justa y efectiva en pro de la democracia. Derecho de investigar, opinar y recibir información y difundirla por cualquier medio. Auténtico poder del pueblo basado en la soberanía popular. Limitación del gobierno. Elecciones libres y justas Gobierno de las mayorías sin menoscabar los derechos de las minorías. División de poderes. Autonomía Municipal Mantener y asegurar garantías sociales tales como: derecho al trabajo; apoyo y defensa de las familias poco pudientes; concesión de viviendas; atención médica así como la instrucción y educación general del pueblo. Despojar a la policía de sus atribuciones políticas para convertirlas en un verdadero instrumento social, responsable ante la sociedad y revocable en todo momento.
  • Centro de Estudios Sociales Independientes:

1. La creación de un grupo de trabajo integrado por profesionales de vasta experiencia que aporten a través del estudio y las investigaciones sociales, objetivo de nuestra existencia, soluciones viables a nuestros complejos problemas, recomendando las soluciones adecuadas para alcanzar satisfactoriamente los fines que nos proponemos.

2. Atender solicitudes de cooperación que puedan hacernos cualquier institución interesada en el análisis de sistemas sociales dentro del país que sean de interés para el perfeccionamiento de la sociedad cubana.

3. Recabar la ayuda de todos con vistas a realizar los muestreos necesarios y que son imprescindibles para lograrlos análisis más objetivos.

4. Brindar a los que se interesen los resultados de las encuestas, análisis y de las apreciaciones del Centro de Estudios Sociales a través de informes muy objetivos.

5. Todo el estudio y la apreciación de la realidad se hará teniendo en cuenta la pluralidad de ideas sin asociarnos a ninguna de ellas, lo que aportará una mayor objetividad a los resultados y recomendaciones de los problemas y factores estudiados.

  • Coalición Democrática Cubana (CDC): Aumentar la presión de los disidentes sobre Castro para que abandone el poder. La Coalición se opondrá a cualquier esfuerzo para iniciar conversaciones con Castro con el fin de provocar un cambio pacífico.
  • Comité Cubano Pro Derechos Humanos (CCPDH): Solución pacífica y democrática a la crisis cubana. Vigencia de los Derechos Humanos en Cuba. Liberación de todos los presos políticos, incluidos quienes han sido encarcelados por intento de salida ilegal del país. Libre entrada y salida del país a todos los ciudadanos cubanos.
  • Comité Democrático Camagüeyano: Pluralismo político; economía de mercado, elecciones libres; libertad para los presos políticos.
  • Fundación para la Democracia y la Integración (FPDI): Denunciar las violaciones de los derechos humanos; la búsqueda de un gobierno de transición y una Asamblea Constituyente.
  • Grupo AR-DE (Arte y Derecho): Libertad de expresión artística
  • Grupo Cubano "Pro Amnistía": Amnistía General para todos los presos políticos y abolición de la pena de muerte.
  • Partido Ortodoxo Cubano: Hacer frente a la corrupción administrativa.
  • Partido Pro Derechos Humanos de Cuba (PPDHC): "Creación de una conciencia nacional a través de un continuo proceso de educación política de las masas en el estado de derecho. Trata de recoger la voluntad del pueblo trabajador y no pretende instalarse en el poder".
  • Partido Socialdemócrata Cubano (PSC): Luchar por las libertades fundamentales de un estado de derecho. Tiene los principios y fines de la socialdemocracia internacional y se diferencia del resto de las agrupaciones de este corte que puedan existir en el país en que sus objetivos inmediatos no son la instauración de un estado socialista democrático sino promover, por medios pacíficos y dentro de los marcos que permite la actual constitución, la transición hacia una sociedad democrática y un estado de derecho. Reforzamiento de la sociedad civil; la unidad con organizaciones opositoras dentro y fuera de Cuba.
  • Seguidores de Mella: Reconocimiento oficial de todas las organizaciones opositoras o disidentes. Efectuar en un plazo no mayor de seis meses elecciones en condiciones de pluripartidismo. Liberación de todos los presos políticos. Apertura de fronteras, permitiéndose el libre tránsito de cubanos en todas las direcciones. [¿Sabrán estos señores quien fue realmente Julio Antonio Mella? – LG].

Existe, por demás, una organización que llama la atención entre todas, que aunque no expone sus objetivos programáticos se denomina a si misma “Seguidores de Ochoa”, en evidente alusión al general Arnaldo Ochoa y que fuera fundada en Holguín y compuesta en ese momento por 15 miembros.

Varias son las conclusiones que se pueden extraer del examen de las organizaciones de disidentes, opositoras y de derechos humanos, de acuerdo al desactualizado listado que ha sido posible encontrar.

La abrumadora mayoría de las organizaciones no exponen sus objetivos políticos como organización [80.1%], lo cual lastra considerablemente sus potencialidades.

Las que declaran sus objetivos, no alcanzan la categoría de objetivos políticos, y son solo una enumeración de temas deseables, pero no una plataforma política articulada.

Como se ha expresado en innumerables oportunidades, y se verifica en el presente examen, es diáfana la convergencia en los que son considerados los grandes temas universales, lo cual es un factor integrador en la imprescindible unidad y/o colaboración táctico-estratégica entre las diversas organizaciones.

Sin embargo no se observan enunciados correspondientes con los diferentes factores de insatisfacción de la población con la situación actual, y que permitirían una creciente y acelerada inserción en los reales intereses inmediatos de los diferentes estratos de la sociedad.

En un contexto de absoluto respeto a la libertad de expresión y de asociación, resulta sin embargo políticamente contraproducente la dispersión de la oposición en alícuotas “parcelas de poder”: es táctica y estratégicamente un grave error político. Ello fragmenta y lastra sus potencialidades. Nada más conveniente y deseable para el castrismo que enfrentar a 453 pequeñas y atomizadas organizaciones fácilmente neutralizables.

Respecto a los dramáticos acontecimientos en los cuales Orlando Zapata Tamayo ingresó al martirologio cubano, Miguel Cossío acaba de adelantar la hipótesis de que “Una mirada a la historia apuntalaría la hipótesis de que se trató de un acto criminal más, calculado y ejecutado: dejar morir a Zapata y con ello apagar la pipa de una eventual reconciliación internacional, ofrecida, entre otros, por Barack Obama y José Luis Rodríguez Zapatero. Cada uno en su estilo y con sus demandas”. [6]

Y, efectivamente, no escasean los elementos en la fatídica historia castrista para sostener tal afirmación, máxime cuando sabemos que dos de las claves del poder en Cuba, la proactividad que obliga a los actores externos a asumir posiciones reactivas donde son mas vulnerables a la manipulación, y la política de “insiders vs. outsiders”, que coloca a los segundos fuera de cualquier toma de decisiones táctico-estratégicas que se considere de primer nivel.

Sin embargo, la heroica decisión de Orlando Zapata Tamayo de decidir como, donde, cuando y de que forma ejercería su suprema protesta contra el castrismo, les ha escamoteado la iniciativa táctica por el momento y los ha obligado a actuar reactivamente, y responder a decisiones tomadas por otros. Y este es un terreno extremadamente movedizo para el régimen, habituado a escoger el campo de batalla y las armas a desenvainar.

Tal es así que ante la repulsa internacional con el silencio cómplice de la mayoría de los gobiernos latinoamericanos, el régimen responde tardíamente con un artículo, y luego con un video, absolutamente chapuceros en términos políticos.

El puesto de Zapata Tamayo ha sido tomado por el sicólogo y periodista independiente Guillermo Fariñas, provocando un conjunto de reacciones anticastristas que obligó a un alto diplomático de la embajada española en La Habana a solicitarle personalmente que depusiera su huelga de hambre.

Cualquier perdida de una vida humana es irreparable, pero, sin dudas, la Historia de Cuba recogerá que hubo un antes y un después del sacrificio máximo del mas humilde, modesto y heroico de los cubanos.

(continuará)

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[1] Joaquín Cabezas De León: LA RESISTENCIA CÍVICA Y LA SOCIEDAD CIVIL, / FORO DE ESTUDIOS SOCIALES "MARTA ABREU

[2] Joaquín Cabezas De León, ibídem.

[3] EUGENIUSZ GÓRSKI, La sociedad civil en Polonia

[4] Lázaro González, ECONOMIA POLITICA DE LA TRANSICION (2). LA POBREZA ESTRUCTURAL COMO MECANISMO DE DOMINACIÓN

El fenómeno “Solidaridad” en Polonia o el enfant terrible de Yeltsin no tienen paralelos en Cuba, y en ambos casos fueron condicionados por procesos políticos y sociales con estabilidad temporal, que permitieron su maduración como actores principales en las transiciones polaca y soviético-rusa. Los Gorbachov de la Unión Soviética y Hans Modrow de la ex–RDA, en la versión cubana, están por aparecer, si es que en algún momento lo hacen.

Personalidades relevantes provenientes de distintos estratos sociales, desempeñaron papeles claves en la transición de los países de la Europa del Este hacia sistemas democráticos. El político Mijail S. Gorbachov en la Unión Soviética, el general polaco Wojciech W. Jaruzelski, el intelectual Václav Havel en Checoslovaquia y una figura emergente en la antigua RDA como Hans Modrow; constituyeron entre otros, y de diversa manera, agentes facilitadores del cambio.

Figuras con esa potencialidad no han surgido en los círculos de poder de Cuba, lo que no es óbice para que existan. El régimen cubano ha trabajado ardua y sistemáticamente para que no surjan las condiciones para que personalidades de estas características se desarrollen y, cuando un Aníbal Escalante, o un Carlos Aldana, o los recientemente defenestrados Lage, Pérez Roque y Estenoz, comienzan a nombre de la salvaguardia de la Revolución a tomar iniciativas propias, la demoledora maquinaria represiva entra en función con una eficacia destacada.

[5] Partido Democrata Cristiano de Cuba/ LISTA DE ORGANIZACIONES DISIDENTES, OPOSITORAS Y DE DERECHOS HUMANOS/ http://pdc-cuba.org/orga.htm

[6] Miguel Cossio: Morir en Kilo 8/ Nuevo Herald, marzo 4, 2010

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