viernes, enero 08, 2010

¿Por qué continúa el castrismo?. Necesidad de un análisis integral/ Dr. Octavio Dilewis Ibarra-Tamayo

Cortesia del autor

¿Por qué continúa el castrismo?. Necesidad de un análisis integral

Por Dr. Octavio Dilewis Ibarra-Tamayo

Nota de Octavio: el presente trabajo contiene la estructuración en forma de artículo de varios comentarios mios sobre el trabajo del Dr. Jorge A. Sanguinetti, publicado en dos partes en el blog Cuba Inglesa, al cual a mi juicio le falta la médula para que pueda ser considerado un análisis integral. Aquí podrán leer, por ese orden, mi punto de vista, el trabajo del Dr. Sanguinetti, los comentarios de nuestros compatriotas Lázaro González (autor del Blog Cuba Independiente), Armando Añel (autor del blog Cuba Inglesa), y varios otros parroquianos del blog Cuba Inglesa que participaron con seudónimos o de forma anónima.

Si se elude, como hace el Dr. Sanguinetti, Montaner, y todos los comentaristas que no quieren ni comprometerse ni tomar al toro por los cuernos, el análisis integral, incluidos los abrumadoramente poderosos, decisivos, factores externos, los cuales, todos, han actuado a favor de la tiranía personal de Castro, no se podrá ni explicar la permanencia del secuestro gangsteril de la soberanía de los cubanos por parte de Fidel Castro, con el patrocinio y protección de la casi totalidad de los poderes que deciden a nivel internacional, ni encontrar una solución que tenga por objetivo esencial desatar el nudo gordiano tejido por la tiranía castrista y sus cómplices internacionales contra los derechos fundamentales del pueblo de Cuba.

Entre los medulares factores externos que se pasan por alto de modo tan inútil como cuando se entierra la cabeza en la arena para autoengañarse eludiendo observar la cruda realidad, además de los soviéticos y Chávez, elementos complementarios, están los factores primarios (esos que nunca aluden Montaner y otros), el gobierno de Estados Unidos como el principal, que ha jugado siempre a favor de mantener el status quo castrista. Todos los que hemos luchado en serio contra Castro sabemos la represión de que hemos sido víctima por parte del gobierno de Estados Unidos (que se alterna con la tiranía castrista en el primero o segundo lugar en el ranking de los represores contra los Cuban Freedom Fighters).

Solidaridad se armó con el respaldo agresivo del Papa, el gobierno de Estados Unidos, y otros poderosos gobiernos occidentales, combinado con la "mano suave" de los soviéticos a partir del reinado de Gorbachev. Todos ellos han hecho exactamente lo contrario cuando se ha tratado de Cuba.

Sin tener en cuenta tres operaciones poderosas que lograron organizar cubanos pudientes comprometidos con la libertad de su patria (todas saboteadas hasta donde pudieron por los gobiernos de George Herbert Walker Bush y William Jefferson Clinton), la libertad de Cuba se habría logrado muy facilmente usando de forma combinada dos herramientas clave:

(a) La conversión de los integrantes de la cúpula castrista en prófugos de la justicia norteamericana (luego que serios fiscales federales, entre ellos Guy Lewis, prepararon el expediente por asesinato y narcotráfico con todos los elementos incriminatorios necesarios contra los Castro, de "arriba" mandaron a parar el proceso; ni Bush padre, ni Clinton, ni Bush hijo, ni Obama, han querido tocar a los Castro ni con el pétalo de una rosa; o hablando más propiamente, si se considera que los susodichos son sólo títeres de la plutocracia norteamericana, habría que decir que los titiriteros de los referidos son los que no han querido renunciar a patrocinar y brindar protección a los Castro).

(b) Aún sin arrestar a los Castro, el oportunismo y las traiciones que habría generado el acto del inciso (a) dentro de la oportunista y cobarde cúpula castrista, es decir, debido al fin de la generosa impunidad regalada por el "enemigo yankee" a los hermanos Castro (tratando de entregarse unos a otros para negociar la obtención de perdones de la fiscalia federal norteamericana), habría hecho posible la implementación mucho más expedita por parte nuestra de las acciones orientadas a propiciar la REVOLUCIÓN DE LOS CLAVELES TROPICAL, y Cuba sería libre desde hace tiempo.

Antes los soviéticos y ahora Chávez han sido sólo elementos complementarios.

Pregunta: ¿Quién no quiere que Cuba sea libre y por tanto no participa, aunque está obligado legalmente a hacerlo, en nada que pueda desestabilizar realmente a la tiranía castrista?

Respuesta: El gobierno de Estados Unidos, el mismo que ni por casualidad es denunciado por Montaner y otros que dicen ser muy patriotas y muy informados. Esperemos que el Dr. Sanguinetti no forme parte de esos que han hecho un dinerito para su lucro personal, contratados por los fondos federales de Estados Unidos, y en pago no denuncian lo obvio.

La "confrontación" retórica de los Castro y el gobierno de Estados Unidos ha sido puro diversionismo para estafar a la opinión publica cubana, estadounidense e internacional. Castro jamás le ha tirado a los "yankees" un sólo hollejo que pudiera resultar realmente peligroso o perjudicial para su "enemigo". Los "enemigos yankees" le han retribuido al castrato con la misma generosidad: o fuegos artificiales inocuos estilo Calzón, Radio-TV Martí, Human Rights? retóricos, etc, que no pongan para nada en peligro la continuidad de la tiranía castrista o nada. Toda la participación del gobierno norteamericano en "apoyo" a la labor de los Cuban Freedom Fighters en el pasado, ha sido realmente sólo un esfuerzo de control y sabotaje contra la actividad de los anticastristas. Cualquier análisis que ignore, metiendo la cabeza en la arena, lo expuesto, padece de brutales, de abrumadoras carencias.

¿Por qué no se ha podido estructurar una gran concertación anticastrista en la isla y el exilio?.

Además de los factores considerados por el Dr. Sanguinetti, con los que estoy parcialmente de acuerdo, existen muchos otros que resultan medulares, que constituyen al menos el 70 % del todo. Yo soy yo y mis circunstancias, sentenciaba José Ortega y Gasset (mirar sólo a modo de ejemplo el comportamiento de las dos Koreas, un mismo pueblo casi puro y exacto geneticamente, bajo diferentes circunstancias); y para el pueblo cubano esas, las circunstancias, han sido letalmente adversas, dada la diabólica, cruel, impía, brutal combinación Castro-plutocracia norteamericana.

Pasaba en Cuba y pasa fuera de la isla. Hay una labor permanente de sabotaje a la concertación, tanto por parte del castrato como por los cuerpos represivos y de inteligencia norteamericanos, que infiltran agentes para control y neutralización, y rompegrupos para minar la posibilidad de que se pueda nuclear un brazo lo suficientemente potente como para conseguir desestabilizar a la tiranía castrista. La desorganización, falta de proclividad al compromiso, espíritu individualista y anárquico diría yo, de que habla el Dr. Sanguinetti acusando a los genes, ya que supuestamente de la España convulsa nos llega, en realidad, en su mayor parte, es fabricada cientificamente por la letal combinación tiranía castrista-plutocracia norteamericana.

Que yo sepa hay sólo dos grupos interesados de verdad en liberar a Cuba, uno pudiente y semisecreto que continúa trabajando, y otro sin recursos y facilmente penetrable por los enemigos nacionales y extranjeros de la libertad de nuestra isla; lo demás es figurado, conveniencia o sargentería política.

La Fundación era un exitoso, Jorge Más Canosa, no más de otros doce verdaderos patriotas (como Nuestro Señor Jesús Cristo y los Apóstoles), y un gran grupo de oportunistas, sin contar los asalariados, que querían estar a la sombra del influyente patricio santiaguero, y colarse por las generosas puertas abiertas por él, o que se le habrían debido a su prosperidad empresarial o a su efectividad en las labores de cabildeo.

A lo anterior sólo se puede sumar con seriedad el Free Cuba PAC (Political Action Commitee). Es un grupo pudiente, bien estructurado, pero sin objetivo peligroso para los intereses castristas o sus patrocinadores norteamericanos. Ese grupo tiene recursos pero no es proactivo y nada en su actuar pone en peligro al castrato. En ese PAC hay varias personas amigas, por ello es preciso que sea muy cuidadoso y muy respetuoso cuando me refiero a ellos, porque quizás en el futuro sean parte del brazo nódico (ya se sabrá algún día qué es dicho brazo nódico).

Concretamente, si el PAC dedicara los recursos a lo mismo (influir sobre los congresistas, senadores, etc), pero ejerciendo presión y poniendo prioridad en la criminalización de los Castro, algo que el gobierno de Estados Unidos está obligado a hacer por ley pero no hace, por lo cual prevarica, acto clave para que podamos desencadenar la REVOLUCIÓN DE LOS CLAVELES TROPICAL, Cuba ya sería libre, porque la acción de ese poderoso grupo sería un complemento decisivo para otro que ya está haciendo ese trabajo.

No hacen falta millones de individuos para empezar una gran organización libertadora; en todos los casos los millones los ponen los oportunistas que se envalentonan cuando el poder vigente comienza a dar indicios de que está decrépito, débil, y de que será barrido por quienes lo acechan. Lo que se necesita para originar el cambio son los nodos, las fuerzas vivas. Un nodo que sea jefe de la policía puede hacer más que mil individuos porque si los quiere apoyar puede convertirlos en una fuerza de un millón, y si quiere neutralizarlos, en cero, en nada, aplicando la alternativa de tolerancia nula.

Varias personas han aportado su punto de vista y enriquecido la exposición de argumentos con respecto al presente trabajo del Dr. Sanguinetti. No creo que nadie se quiera imponer cuando argumenta su criterio.

Para estructurar al respecto una idea consensual requeriríamos una mesa redonda y largas coversaciones de modo que cada cual explique toda la enormidad que tiene en sus entrañas su punto de vista.

Algunos comentaristas anónimos han realizado ataques (factor clave de la desunión) contra los pudientes, su supuesta arrogancia, etc, y han expresado miedo a que el régimen castrista sea sustituido por otro similar. También han reiterado la pregunta de por qué no se ha logrado un gran concertación de los exiliados cubanos anticastristas, la cual creo haber respondido con argumentos suficientes, pero que no obstante se ampliarán más en este escrito.

Comencemos por lo penúltimo, el grupo que yo conozco pretende insertar a Cuba en la Unión Europea, y dicha estructura supranacional no acepta tiranías como la castrista, ni siquiera dictablandas.

La gran concertación no existe porque se puede minar antes de nacer mediante una labor profiláctica de inteligencia y contrainteligencia, por parte de gobiernos poderosos dispuestos a gastar los recursos necesarios para asegurarse de hacer todo lo que haga falta en función de resultar efectivos; el Papa, el gobierno de EEUU y otros, gastaron muchos recursos para que los polacos se liberaran, pero con Cuba han hecho exactamente todo lo contrario.

Se puede buscar a los mejores organizadores y a las masas más proclives, pero si la mayor potencia del mundo, una tiranía de 51 años con control absoluto, totalitario, y hasta el Vaticano, se encargan de anular, de convertir en nada al liderazgo potencial, antes de que ocurran los hechos, pura labor profiláctica de inteligencia y contrainteligencia, incluidos los rompegrupos, es todo cuesta arriba.

No obstante, conozco a muchos que están haciendo. El hecho de que la naranja no se haya caído no significa que no se le esté cayendo a pedradas. Lo que sucede es que quienes lo hacen no pueden ir a las televisoras a anunciarlo, esa labor no es propia de los que hacen proactivamente, el aparecer en la pantalla chica o la grande es más común en personas figurantes, exhibicionistas televisivos, que por lo general se involucran sólo en actividades de las que no se puede esperar más que fuegos artificiales inocuos.

Es posible presionar al gobierno de Estados Unidos para que haga algo a lo que está obligado por ley (algo que podría resultar el empujoncito clave para desencadenar, desde la cumbre, toda la energía potencial prisionera para en un acto de liberación romper, quebrar el punto de equilibrio, el status quo, y convertirla en energía cinética para producir la tan deseada avalancha: la REVOLUCIÓN DE LOS CLAVELES TROPICAL), sólo se requiere que haya por parte de la mayoría de las fuerzas vivas exiliadas la determinación y la voluntad de exigir de todas las formas posibles al gobierno norteamericano, que haga válida la tan cacareada leyenda de que Estados Unidos es un pais de leyes donde nadie puede estar por encima de la ley, ni los Castro con más crímenes verificables que Al Capone, ni los gobiernos estadounidenses que prevarican cuando no hacen valer la ley en beneficio de individuos favorecidos por ellos.

Cuando CAVA, Hermanos al Rescate, algunos amigos mios y otros, tratamos de ponerle presión a Bush hijo para que encausara a los Castro, hubo oficiales electos "nuestros", desertores de la Fundación y otros impresentables que dicen ser "patriotas" (en realidad eran sargentería politica de la familia Bush), que no apoyaron el esfuerzo.

Ante el silencio de tales "influyentes" lo que hizo Bush hijo fue dedicarse a perseguir a los anticastristas.

No hace falta encarcelar al tirano Castro, sólo encausarlo para romper el maleficio. Para que los oportunistas que rodean al capo de la pandilla secuestradora de la soberanía del pueblo cubano, la nomenclatura y el generalato, dejen de creer que el asesino mayor sigue siendo un intocable para el gobierno de Estados Unidos. Con esa chispa las gestiones para la RCT ganarían un catalizador más rápido y potente que la pólvora.

Nota: CAVA es la Cuban American Veterans Association, mayormente formada por altos oficiales cubanos retirados del ejército de Estados Unidos.

A continuación el artículo en dos partes del Dr. Sanguinetti y los comentarios expresados en el blog Cuba Inglesa, donde fue publicado.

¿Por qué continúa el castrismo? (I)
por Jorge A. Sanguinetty

La continuidad del castrismo se puede explicar por la confluencia de dos grupos de factores. Sin comprender estos factores, es muy difícil hallar y aplicar una estrategia que ayude a los cubanos a salir del régimen actual (en este análisis descarto la intervención de una fuerza externa por no considerarla factible en las condiciones actuales).

Uno de los grupos de factores es la capacidad del castrismo de monopolizar casi todas las formas de organización mediante los movimientos de masas y el montaje del totalitarismo. El otro grupo de factores es la falta de una tradición y cultura entre los cubanos que facilite su organización para acciones colectivas sostenibles en plazos largos. En la lucha entre los que quieren mantener la dictadura y los que quieren un cambio fundamental de régimen, los primeros han estado ganando todas las entradas hasta ahora, porque están relativamente mejor organizados.

Pero realmente, ¿qué significa estar mejor organizado? La mayoría de los que han estado sólo expuestos a nuestra cultura o a culturas similares y no han tenido la experiencia de vivir sumergidos en culturas de altos niveles de organización, generalmente los países de mayor desarrollo económico y político, pueden encontrar estas aseveraciones incomprensibles. El hecho es que cuando un grupo de individuos, aun cuando sea relativamente pequeño, se propone algún objetivo común y se organiza adecuada y disciplinadamente para lograrlo, mantiene su plan de acción por un tiempo lo suficientemente largo y está dispuesto a utilizar formas extremas de conducta para lograr sus metas, la única manera de detenerlo o vencerlo es contraponiendo una fuerza lo suficientemente organizada y/o poderosa. Si por otro lado, los primeros vencen y prevalecen sobre los segundos sometiéndolos a su dominio, los últimos tendrán que desplegar un esfuerzo aún mayor del que hubieran requerido al principio para prevalecer.

Es más fácil organizarse cuando hay alguna libertad que cuando se vive bajo un gobierno totalitario. Por eso fue más fácil rebelarse contra Machado y Batista que contra Castro.

Por lo tanto, en lugar de preguntarnos por qué los cubanos no se rebelan contra el castrismo, debiéramos preguntarnos por qué los cubanos no se organizan para mejor resistir a la tiranía y propiciar algunas condiciones de cambio. La respuesta correcta a esta interrogante nos ayudaría a encontrar la fórmula para debilitar al castrismo y evolucionar hacia formas democráticas de gobierno. La experiencia de los polacos con el movimiento Solidaridad demuestra que la organización puede contribuir a la evolución política de los regímenes totalitarios.

¿Por qué continúa el castrismo? (II y final)
por Jorge A. Sanguinetty

Una de las causas principales de por qué los cubanos no se organizan con facilidad es que no se caracterizan por mantener diálogos organizados. Este importante fenómeno fue apuntado por Ortega y Gasset en su libro España Invertebrada, donde hace unas nueve décadas se refirió a las divisiones entre los españoles y la frecuente desorganización de sus diálogos.

Comparando las formas predominantes de diálogo entre cubanos con las formas típicas de otras culturas (en este punto es inevitable mencionar como ejemplo a los ingleses), cualquiera se da cuenta que nuestros intercambios tienden a ser difíciles, lo cual, entre otras cosas, no conduce fácilmente a acuerdos. Y mucho menos a acuerdos que requieren compromisos de acciones que deben mantenerse por largo tiempo.

El problema hay que apuntarlo para superarlo, aunque no son sólo los diálogos desorganizados los que impiden que los cubanos se organicen eficazmente. Hay otros muchos factores que no puedo tratar en este espacio, pero que se pueden mencionar, como son la voluntad colectiva de adquirir un compromiso y cumplirlo, la necesidad de ser preciso en las comunicaciones y las acciones (la puntualidad es una expresión definitiva de estas formas de comportamiento), la confianza interpersonal que existe en los grupos que funcionan con gran eficacia (como lo hacen los comandos en una operación militar de alto riesgo), etcétera. Yo creo que muchos cubanos sufren hoy de una crisis de confianza en su capacidad de organizarse para actuar colectivamente en defensa de sus intereses. Por eso muchos prefieren abandonar el país, porque ya no creen ni en él ni en ellos mismos.

En las condiciones predominantes en Cuba es difícil organizarse para casi cualquier forma de acción colectiva, pues el gobierno y su aparato de seguridad sospechan que toda agrupación puede servir para fines políticos, lo cual es cierto. Sin embargo, eso no ha impedido que las Damas de Blanco, los movimientos disidentes o independientes y la iniciativa de recoger firmas para demandar reformas hayan sobrevivido los embates de la tiranía. Hay que apuntar que cuando estas iniciativas (todavía insuficientes) aparecen en Cuba, captan la atención de algunos observadores externos, cubanos y de otras naciones, que llegan a ejercer, cada uno a su manera, alguna presión sobre el gobierno cubano para moderar su reacción.

En la actualidad, hay claras manifestaciones de descontento en Cuba, especialmente entre los segmentos más jóvenes de la población, pero son manifestaciones individuales, sin base organizativa y por lo tanto de impacto limitado. Estos jóvenes y los que no lo son tanto pueden comenzar a organizarse aun cuando de inmediato no sea con fines políticos, para ir desarrollando una cultura organizativa que oportunamente servirá para muchos otros fines. Tales iniciativas debieran ser apoyadas por el exilio cubano para facilitar el proceso de formación de una sociedad civil capaz de cambiar los destinos del país. Los cubanos comenzarán a ganar su libertad cuando se liberen del monopolio organizativo del gobierno.

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