lunes, junio 15, 2009

Política y petróleo en los tiempos del virus/ Antonio Arencibia

Política y petróleo en los tiempos del virus
Antonio Arencibia/ Cubanálisis-El Think-Tank

Saber tomar el pulso de la aldea global, del barrio planetario y de la Isla, son tres elementos imprescindibles para balancear la información y no dejarnos abrumar por el bombardeo ideológico incesante a ambos lados del Estrecho de la Florida.

Por eso a nivel mundial hay que estar pendiente tanto de las elecciones de Irán y Líbano como del discurso nacionalista de Netanyahu, las veleidades nucleares de Corea del Norte, y de la nueva pandemia.

A nivel de región todavía se escuchan ecos de la reunión de la OEA, hay violencia en la selva peruana y se celebra una cumbre de PetroCaribe.

En Cuba: insolvencia, cambios de dirigentes, ahorro energético, “victorias” políticas.

Pasemos revista a este potpourrit.

CASTRO DISEÑA LA ESTRATEGIA

El 8 de junio la prensa oficial del régimen daba a conocer una “Declaración del Gobierno Revolucionario” apuntandose la votación de la Asamblea General de la OEA en Honduras como un revés para la política norteamericana:

La decisión de dejar sin efecto la resolución VI de la Octava Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores de la OEA, constituye un desacato incuestionable a la política seguida por los Estados Unidos contra Cuba desde 1959.

Como Fidel Castro es quien diseña la estratégia a implementarse por sus seguidores, no sorprende, que el día anterior Hugo Chávez se manifestara en términos similares a la declaración oficial de La Habana.

Antes de continuar, hay que decir que el dictador “bolivariano” de Venezuela, -tratando de emular a un Castro irrepetible- escribe sus propias “reflexiones”, con el nombre de Las líneas de Chávez.

Con el título de La batalla de San Pedro Sula, el Teniente Coronel de Sabaneta describía cómo entre él y el Gran Enfermo de Birán se cocinó la ofensiva conjunta en la Asamblea de la Organización de Estados Americanos :

(…) nunca se había visto tal nivel de coordinación entre tantos gobiernos de nuestra América. Como núcleo central del esfuerzo estratégico y diplomático, los seis países del ALBA, que además de Alternativa, ya ha pasado a ser Alianza Bolivariana; y con nosotros, la acción coordinada de muchos otros países amigos del ALBA y amigos de Cuba.

(…)

Amaneció el martes dos de junio, llegó un mensajero de La Habana con información muy valiosa y notas de Fidel. Una de ellas, firmada en La Habana esa noche a las 7 y 30 p.m., dice: “Querido Hugo: me alegraría mucho una respuesta como la que sugieres si se da la situación que prevés. Te transmití lo que conozco por mis análisis y alguna información de que dispongo. Sería egoísta de nuestra parte solicitar tanta solidaridad. La bandera moral se elevará hasta lo más alto de su mástil. Te seguiré comentando por esta vía u otra más adecuada de acuerdo a su contenido, cualquier noticia de interés en estos días. Un fuerte abrazo. Patria, Socialismo o Muerte. ¡Venceremos! Fidel Castro Ruz”.(…)

En otra parte, Chávez vuelve a referirse a la comunicación constante con su mentor:

(…) había llegado a Miraflores un nuevo mensaje de Fidel: “He estado oyendo y teniendo noticias de ‘allá’ (evidentemente Fidel no logró acceder a las claves de Nicolás y Arias Cárdenas; habrá que cubrir esa falla en el futuro). He visto muy bien a Maduro. Hay que seguir fortaleciendo las posiciones. No debemos ceder un milímetro. Es como la cortina o muro de contención de una presa; si se quiebra por un punto, todo se derrumba. Los amigos de la Batalla de Pichincha (Nótese de nuevo la falla en las claves fidelianas, pues evidentemente se refiere a Correa y a Evo) están como Sucre en Ayacucho”.(…) Le respondo a Fidel, recordando los soldados soviéticos en Stalingrado: “No hay tierra para nosotros detrás del Volga”, “no hay planes de repliegue”.

Al final Chávez dice, como repetirá la Declaración del Granma del siguiente día, que fue un triunfo la Resolución de todos los miembros de la OEA de eliminar la suspensión del régimen en 1962 y condicionar su regreso a la solicitud propia bajo las normas democráticas vigentes en el organismo:

La comisión se encerró a deliberar. Sobre el tapete, más allá de algunos matices, dos posiciones. La una, defendida con furia por Estados Unidos y Canadá: “Condicionar a Cuba”. La otra, defendida con pasión por el ALBA: anular la infame resolución contra Cuba y sin condiciones. Media noche y el juego trancado. (…)

(…) Amanece y empezamos a notar algunos signos de desespero en filas contrarias. “Hillary se fue a El Cairo con Obama”, dicen los cables, pero ya nosotros claro que lo sabíamos. Otros cancilleres comenzaron a retirarse. Era el momento de la ofensiva final del ALBA con nuestros más sólidos amigos. Las palabras de Fidel resuenan en mis oídos: “Es como la cortina de una presa; si se quiebra por un punto, todo se derrumba”. Y esta máxima terminó cumpliéndose, pero en las filas que defendían la posición contraria. A media mañana, nos dejamos de claves, Fidel llama al teléfono y conversamos directamente no menos de tres veces; llamo a Evo y a Correa, hablo con Daniel y con Zelaya; de nuevo con Nicolás… ¡Lo logramos!

Algunos quizás se preguntarán por qué repetir tantos párrafos bombásticos de Hugo Chávez. La respuesta es que no solo importa desvelar la falacia de la “victoria”, sino aprovechar las indiscreciones del venezolano para señalar que es Fidel Castro quien está diseñando la nueva estrategia y dirigiendo su implementación frente a la administración Obama. No solo el anciano dictador envía emisarios y notas a Caracas, La Paz, Moscú, y a donde se le antoje, sino que Chávez, -tan dado a hablar de más-, no mencionó a Raúl Castro ni a sus ministros en esta “batalla”.

Para corroborar el papel de Fidel Castro en la estrategia internacional, basta con leer el Granma del 11 de junio. No hay que leer entre líneas en el comunicado oficial, para ver la importancia del orden y la duración de los recibimientos al presidente de Bolivia en La Habana:

Un provechoso intercambio de criterios con el Presidente boliviano Evo Morales Ayma, tuvo lugar este jueves, primero durante unas dos horas con el compañero Fidel, y poco después con el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros.

Es obvio que Raúl Castro administra, pero no está en control.

Exportación inesperada y ahorro obligado

Mientras se lanzaban los fuegos artificiales de una supuesta victoria en la OEA la trastienda económica está ardiendo.

La primera señal pública fue el inusitado titular de Granma en primera plana el día 21 de mayo: “Ingreso petrolero cae a la mitad en Venezuela”.

Como no es usual en las dictaduras totalitarias hablar de las calamidades de los amigos, (mucho menos de los mecenas), la noticia del descenso de los precios del crudo venezolano en un 58,8 por ciento, complementada por exhortaciones de funcionarios del régimen al ahorro energético urgente, fue un toque a rebato para los pobres cubanos.

Tras declaraciones del nuevo ministro de Economía y Planificación sobre el tema, el 22 de mayo se producía una reunión urgente con los dirigentes provinciales de la región occidental, para explicar la aplicación de “medidas excepcionales” conducentes al ahorro de electricidad a partir del primero de junio.

Al siguiente día, Ramiro Valdés visitaba Santiago de Cuba al frente de una comisión de ministros, y criticó a la provincia “por excederse en el gasto previsto de electricidad y alertó a los 83 grandes consumidores a redoblar la eficiencia y ajustarse a los planes”.

Al Director del “Granma”, Lázaro Barredo, se le encomendó escribir sobre la repercusión en el mundo de la crisis económica y financiera, y sin tener idea de lo que se estaba cocinando en la cúpula, citó palabras de un conocido dirigente:

En el decir del Presidente del Banco Central, Francisco Soberón, la gravedad del problema planteado es de tal naturaleza que si políticamente decimos "Patria o Muerte", sin un ápice de exageración pudiera decirse en el ámbito económico "ahorro o muerte".

Esa frase de Soberón era del 2005, y fue un guatacazo indirecto que el tirano le aceptó. Pero a estas alturas del juego, no hay dudas de que Soberón estaba en salmuera, ya fuera por decisión propia o “estimulado” por su nuevo jefe. Su “liberación” de todos los cargos se sumaba a la de otros mencionados en la Proclama del 31 de julio del 2006 como herederos de parcelas de poder.

Pero eso no era sorpresa para los que han visto como desde ese mismo día Raúl Castro ha venido cumpliendo el objetivo de rodearse solo de incondicionales: se prepara como nunca para “el día después”.

Pero lo más importante del escrito de Barredo, no es que citara a Soberón, ni lo que dijo de la necesidad del ahorro en la coyuntura de la merma de ingresos de Chávez o de las consecuencias globales de la crisis, sino que –sin decirlo- tuvo que destacar la deformación estructural de la economía de la Isla:

(…) no es posible sostener el desequilibrio en el Comercio Exterior registrado en los tres primeros meses de este año, cuando las importaciones fueron el 78%, y las exportaciones, el 22.

En un clima que la población asociaba con la terrible época del Período Especial, el gobierno tuvo que hacer aclaraciones urgentes. Utilizando la fórmula manida de echar la culpa al sofá, Alberto Núñez Betancourt escribió, el 25 de mayo una “réplica” al corresponsal de Reuters, acusándolo de “prejuicio y mala interpretación de artículos publicados en Granma y de declaraciones de funcionarios del Gobierno”. La culpa del periodista de la agencia británica es que se imagina lo mismo que la mayoría de los cubanos, que “casi da por hecho, cual fantasma en escena, el regreso de los apagones”.

No obstante, los síntomas de bancarrota se agudizaron cuando el 12 de junio Cuba anunciaba reprogramar el pago de bonos por valor de 200 millones de euros que se vencieron en mayo, y el Banco Central pedía un año extra de plazo a los acreedores extranjeros. Las empresas extranjeras en la Isla consideran que sus fondos en los bancos cubanos, cercanos a los 600 millones de dólares, están prácticamente congelados.

Y, casi de contrabando, se supo que los exiguos planes de construcción de viviendas y reparación de las afectadas por los huracanes del 2008 habían sido "ajustados", es decir, reducidos.

PetroCaribe marcha hacia el ALBA

En medio de esta situación surgían dos revelaciones de gran impacto en Caracas y en La Habana.

  • La primera, que el gobierno chavista aumentó sus envíos de petróleo y derivados a la Isla, llegando a los 115,000 barriles diarios, en vez de los 92,000 reportados hasta hoy.

  • La segunda, que en el 2008, el régimen de La Habana ha estado vendiendo petróleo en el mercado mundial, convirtiéndolo en el segundo rubro de exportación de la Isla.

La explicación de esta aparente contradicción es que PDVSA ha estado vendiendo 93,300 barriles diarios a Cubapetróleo y 21,700 barriles diarios a la empresa mixta que opera la refinería de Cienfuegos.

Pero tal acuerdo entre Castro y Chávez, hasta ahora secreto, puede tener otras derivaciones.

Según Gerardo Arreola, corresponsal del diario de izquierda, La Jornada, de México, “esas exportaciones ya no son marginales, sino que se han vuelto sistemáticas y están quitándole crudo al consumo interno, reduciendo así la capacidad de generación”. Es decir, que el régimen está apelando al infra-consumo para ampliar la capacidad de exportación.

De acuerdo a un artículo de El Nacional, de Caracas, del 12 de junio, esta re-exportación de petróleo crudo desde Cuba, una vez refinado, sería conveniente para Chávez, pues así burlaría los acuerdos de la OPEP de recortar las ventas de hidrocarburos.

En el marco de esas importantes noticias se produjo otra Cumbre de PetroCaribe, esta vez en la comunidad formada por las pequeñas islas de San Cristóbal y Nieves. Con asistencia de 18 países de la región, algunos analistas vieron esta reunión como parte de la competencia entre Brasil y el chavismo por influir en los países de Centroamérica, que en su mayoría se inclinan a participar de esa asociación petrolera.

Pero si nos guiamos por un artículo de Andrés Rojas Jiménez en El Nacional de Caracas, muchos integrantes de PetroCaribe pueden calificarse como miembros de un “club de deudores”, ya que los préstamos a largo plazo para pagar a Pedevesa han incrementado la deuda externa de algunos de ellos en grado superlativo.

Eso es especialmente notable en el caso de República Dominicana. La deuda de ese país por 7 mil millones ha convertido a Venezuela en su principal acreedor, y ante la imposibilidad de pagar, el presidente Leonel Fernández orientó a la Secretaría de Hacienda proponer un trueque de ganado, frijoles y servicios de hotel al gobierno venezolano, para cancelar parte de lo adeudado.

A pesar de ello, la tentación para esos países pobres es muy fuerte porque, como ha señalado el presidente costarricense Oscar Arias “la generosidad de Venezuela es una realidad porque ofrece a América Latina más o menos cuatro o cinco veces más dinero del que ofrece EE UU”.

El camino que ha emprendido Brasil no pasa por la subvención petrolera, sino por la transferencia de tecnología para producir etanol a partir de la caña de azúcar.

Pero tal vía supone trabajo duro y a mediano plazo, y es más fácil ampararse en el mito castrista de que eso sería “convertir alimentos en combustible”, y endeudar a las futuras generaciones con petróleo “bolivariano”.

Según reportaba la prensa internacional, a Basseterre, capital de San Cristóbal y Nieves, de los dieciocho miembros de PetroCaribe que acudieron a la cumbre, sólo la mitad enviaron jefes de Estado, Aunque estaba prevista la incorporación de Panamá y Costa Rica, ninguno de los dos países envió representación. Raúl Castro envió al vicepresidente Esteban Lazo, a pesar de que el régimen de La Habana, como se ha demostrado, es el más beneficiado de esa asociación.

En esa VI cumbre de PetroCaribe, Chávez proyectó el futuro de la organización como una especie de ligas menores del ALBA, ya que el Banco de la Alianza Bolivariana será el mecanismo rector financiero de los proyectos de infraestructura para el suministro de petróleo y otros de carácter social que se van a incorporar: estos últimos son 13 proyectos prioritarios agrícolas o de alimentación por un valor de 50 millones de dólares, controlados por el recien constituído Consejo Ministerial Alba Alimentos.

Además, Hugo Chávez hizo énfasis en la creación del Petro, una moneda nueva de intercambio, semejante al Sistema Unico de Compensación Regional (SUCRE) de la Alianza Bolivariana.

Esas monedas virtuales, como en su momento lo fuera el “rublo convenio” del CAME, son dinero político que enmascara el trueque de mercancías y servicios, y no tienen valor real fuera de esas asociaciones económicas.

Pero las deudas hay que pagarlas, en dinero, en especie, o en alabanzas: por eso el presidente dominicano Leonel Fernández fue muy aplaudido cuando propuso presentar a la próxima Asamblea General de la ONU el mecanismo de PetroCaribe como un ejemplo de la cooperación Sur-Sur.

Esteban Lazo, a nombre de sus jefes, dijo nada menos que “el futuro solo se puede lograr con organizaciones como Petrocaribe, la unidad, la integración y la decisión de luchar por nuestros pueblos”.

Como si viera venir el anzuelo con la carnada chavista, el Primer Ministro de Jamaica, Bruce Golding, habló en vísperas de la cumbre de Basseterre y dijo que hay países de la Comunidad del Caribe (CARICOM), como Trinidad y otros del Caribe Oriental, que están buscando otra integración política.

En su criterio, dijo Golding, “la membresía en el ALBA, que actualmente incluye a tres países del CARICOM, va a tener un efecto desestabilizador en esta Comunidad del Caribe”.

Pero no podía faltar como colofón a PetroCaribe el escrito de Hugo Chávez cantando victoria.

Con el título de ¡¡Como Sucre en Ayacucho!!, cita una carta de Che Guevara de 1964 para concluir que semejante a lo que expresa en ella el argentino, “el espíritu dominante que impregnó el ánimo de quienes asistimos a San Cristóbal y Nieves [fue] dar otro paso más, delante del caos”.

El otro virus que se extiende

Por ahora el ALBA sigue en expansión. Ya Rafael Correa confirmó que Ecuador se sumará oficialmente el próximo 24 de junio en Caracas, en otra reunión extraordinaria. Es muy posible que a esa cita no falte Raúl Castro, especialmente ahora, que Chávez le ha dedicado frases elogiosas en sus últimas “Líneas”.

Aunque ahora no se incorporaron a PetroCaribe, Costa Rica y Panamá han expresado su deseo de participar. Igualmente Mauricio Funes ha manifestado interés en estudiar las condiciones para la incorporación de El Salvador.

Como el vice-presidente norteamericano Joe Biden dijo hace poco en Centroamérica que no hay dinero hasta que no se salga de la crisis económica, y Lula no está demasiado dispuesto a regalar por el continente los bien ganados “reis” del Tesoro Nacional, como hace Chávez, los interesados prefieren endeudarse y hacer trueques en el marco de los mecanismos chavistas.

Según la prensa oficial, Evo Morales, dictó una “conferencia magistral” en el Aula Magna de la Universidad de La Habana. Al llegar a su país, tuvo la genialidad de decir que los enfrentamientos entre policías e indígenas peruanos en Bagua, es responsabilidad del Tratado de Libre Comercio (TLC) que Lima suscribió con Washington, que impulsó “la privatización, la entrega de las selvas amazónicas a las transnacionales”.

Sin minimizar los errores del gobierno de Alan García en ese tema, el dirigente indígena peruano Alberto Pizango está acusado judicialmente por delitos de instigación, secuestro, extorsión y disturbios, por su papel en los hechos de violencia acaecidos. Es sospechoso que haya recibido el apoyo del movimiento dirigido por Ollanta Humala, quien fuera candidato presidencial en el 2006 frente a García, y que contaba con el apoyo de Hugo Chávez y Evo Morales.

Un papel menor, pero decisivo, lo juega el ex Comandante y ex Ministro del Interior nicaraguense, Tomás Borge, Embajador del gobierno de Daniel Ortega en Lima, en cuya sede diplomática recibió Pizango asilo político.

El virus político que está siendo inoculado en los indígenas de América, aprovecha sus postergadas reivindicaciones para enfrentarlos al progreso.

Se trata básicamente de la desestabilización por parte de la izquierda rabiosa latinoamericana, de los gobiernos que no se someten a una utopía comunera caduca. Ese es el virus de la igualdad a nivel de los de abajo. No hay escalones que ascender, solo queda la tribu.

Es lo que propugna Hugo Chávez cuando escribía el pasado 31 de mayo que “ha llegado el momento de darle sustancia, fuerza y movimiento a la democracia comunal”.

Ni siquiera Fidel Castro se ha atrevido a tanto. Como han vivido mucho, a él y a Raúl les basta la dictadura monda y lironda. Sostenerse en el poder, vivir lo mejor posible y no meterse en lo que hagan en sus respectivos patios los demás aliados ocasionales.

Que cada uno haga “el socialismo que le convenga”.

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