La izquierda latinoamericana, busca una vez más, ser el eje central en la cercana cumbre de las Américas. Sus gobernantes, fieles al populismo y a los petrodólares del coronel Hugo Chávez, se alistan en una nueva cruzada, como presuntos voceros de la nación cubana. Por ello han decido reunirse vísperas del encuentro regional y tomar como acuerdo, la posición común, en el tema de Cuba.
Campaña esta, que desde hace días, la prensa oficialista cubana se hace eco de ella, atraves de pronunciamientos esgrimidos, por estos predicadores del socialismo del siglo XXI. Que con su servilismo emprendedor, pretenden convertir la cumbre en un show antiimperialista.
Para ello, cuentan en sus aviesos planes, con los servicios del vetusto comandante, que desde su lecho de enfermo, imparte órdenes precisas, a sus más fieros discípulos, sin el más mínimo respeto por su pueblo.
Pueblo que en más de cinco décadas, sus gobernantes, jamás han rendido cuentas de sus actos a los gobernados, ni mucho menos, han tenido el valor de someterse, al escrutinio libre y soberano de su pueblo. Escenario este, bien distante y ajeno de la verdadera realidad, que acontece en las naciones de estos títeres de la democracia representativa.
Hoy esa izquierda estalinista, vocifera sin parar, no en nombre del verdadero pueblo de Cuba, sino en nombre de esa elite castrista, que con la complicidad marrana que les asiste, buscan legitimar la sucesión del nuevo monarca, endilgando el neoliberalismo salvaje, como el verdugo de todos sus males.
Hoy ante estas patrañas interventoras, propulsadas por estos actores externos, un grupo de cubanos, militantes del Partido Liberal de la República de Cuba, PLRC, en representación de este pueblo cubano, condenamos, esta sórdida e impune postura, con que actúan estos ilustres lideres, que aferrados bajo la presunta bota de la dictadura del proletariado, traicionan sin prejuicios, los postulados contraídos con la democracia de sus pueblos.
Hoy la historia de este pueblo cubano hace contrición, ante estos actos de humillación señores presidentes, promoverse en nombre de un pueblo ajeno sin su consentimiento es un acto imperdonable, la historia no les perdonara.
Silvio Benítez Márquez.
Presidente del PLRC.
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