viernes, marzo 27, 2009

Gozadas violaciones desde el real absurdo cincuenta/ Claudio Codelo


"... a lista de las violaciones que los represores de este caso trivial y no tan trágico en apariencia, han cometido en pleno ejercicio de sus rutinas a tiempo completo:
  1. La imposibilidad de deambular libremente por cualquier zona o región de este territorio nacional y soberano. Es evidente que entonces la nación es solo disfrutada, abarcada por sus controladores, y esta experiencia nuestra, reafirma las sospechas de que los ciudadanos sin cargos en el gobierno o relacionados con este, somos confinados a una regionalidad cada vez más precisa y reducida.
  2. Fuimos privados del derecho a realizar una llamada telefónica mientras permanecíamos en calidad de detenidos. Cuando preguntamos si esto era posible, el oficial a cargo indagó en cuál era el objetivo de nuestra petición, si con ella pretendíamos avisar de nuestra situación a familiares y amigos. Al recibir la contestación lógica y afirmativa de nuestras gargantas, comenzó a reír con sarcasmo y nos preguntó que cómo se nos ocurría semejante idea, que saldríamos en breve… salimos al día siguiente. Al menos no tuvimos que pagarnos el pasaje de regreso, de eso se encargó la Seguridad de este Descarado Estado de Sitio.
  3. Machacaron el simple derecho y libertad de reunión con quien se estime, el derecho ciudadano de informarse libremente por la vía que nos de la gana, y la potestad de difundir luego nuestros pareceres al respecto, aunque esto último cada vez se les hace por suerte, más escabroso, rabioso y difícil. El poco Internet que logremos aruñar también servirá para denunciarles y expresarnos.
  4. Horas después de haber sido devueltas las cámaras fotográficas, me percaté de que habían borrado las fotos que contenía una de ellas, la digital compacta. Las fotos que allí estaban podían verse con entera facilidad en la pantalla de la misma y eran imágenes y recuerdos personales que nada tenían que ver con lo acontecido. Entiendo que ese sea el modus operandi violatorio y obligatorio para estos casos, donde se evidencia que son ellos los que tienen el terrible miedo por la indagación de comunes ciudadanos, donde queda claro que son los controladores quienes tienen que esconder sus barbáricas acciones, y se enfurecen bajo el respaldo de una autoridad abusiva con cualquier intento de real periodismo. No obstante quiero que a ellos les quede clarito que no esperábamos otro accionar de su parte, siempre con su ritual de maltratos y manipulaciones. Entendemos que no tengan la posibilidad de otros métodos, siempre los mismos y dogmáticos. Realmente comprendo y compadezco con ironía y sin ella, que actúen desde la misma jaula de comportamiento. Solo así mantienen sus rapaces ambiciones y poderío cada vez más pobre y ausentes de argumentos, por lo que también espero que me perdonen este sutil cagarme en la vísceras de todos ellos y brindarles además, mi más sincera lástima por contribuir y llevar tan penosa carga de maldad".

Gozadas violaciones desde el real absurdo cincuenta

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