viernes, abril 11, 2008

Cartas del artista plastico Jose Hidalgo a Miguel Barnet

Jorge Ferrer publica hoy la carta integra del artista plastico Jose Hidalgo a Miguel Barnet

Carta integra enviada a la presidencia de la UNEAC.
España
10 de abril de 2008.
A Presidencia Nacional de la UNEAC

Sr. Miguel Barnet: soy José Hidalgo, miembro de la Asociación de Artes Plásticas de la filial de la UNEAC de Matanzas y le escribo para comunicarle mi decisión de renuncia a la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Esta no ha sido tomada a la ligera, me ha llevado algún tiempo de meditación para limpiarme de engaños y falsas lecturas de conciencia. Hace años que mi más alta aspiración era pertenecer a la asociación que usted dirige, hoy no me inspira ningún interés, ni confianza, ni seguridad, no siento que me pueda representar una institución cuyo lema sigue siendo, a estas alturas, el excluyente "Con la Revolución todo, contra la Revolución nada". También sé que no tardaría en llegar el momento en que me desactivaran o separaran de sus filas esgrimiendo todas las formas de descrédito que suelen usar en estos casos y que en verdad me resultan del todo indiferentes; yo continuaré siendo un artista, mejor o peor, y seguiré creando, ahora con más fuerzas y libertad que nunca, cosa ésta que en Cuba me resultaba ya casi imposible debido al acoso y la censura a las que estaba sometido últimamente. No tiene sentido para mi pertenecer a una organización de artistas que ni defiende, ni representa a los artistas sino que existe y actúa como una fuerza censora para defender una política cultural intolerante, incapaz de asegurar la libertad de creación, ni de pensamiento ni el derecho a la diversidad. Sé que me tacharán de traidor, gusano, delincuente, artista mediocre y cuantas descalificaciones encuentren a mano pero lo prefiero a continuar siendo cómplice de actitudes cobardes y oportunistas. Yo solo tengo mi obra, que son mi único argumento y por las cuales tuve que salir del país.
Ahí están a lo largo de estos años los tantos casos de represalias y censuras, los mas sonados y los menos sobresalientes y cuando el artista o escritor es menos reconocido, como es mi caso, la censura actúa con mayor impunidad pues tendrá escasa repercusión.
Con pesar veo que este congreso ha sido igual a los otros. Cuando era presidente de la AHS en Matanzas fui invitado a todos los consejos ampliados de la UNEAC y por supuesto a los de la AHS incluyendo su Congreso, allí nada se debatía, todo sucedía de acuerdo al guión; muchas quejas quedaban en respuestas a medias o promesas que nunca se cumplirían. No recuerdo que algún artista se haya levantado y planteado los problemas de fondo de la sociedad cubana, apenas alguien se atrevía a mencionar la falta de libertad de expresión, ni de democracia, todos teníamos miedo. La nomenclatura ya estaba filtrada de antemano por el partido y seguirá siendo igual porque la espontaneidad se considera un riesgo mayor y la sinceridad suscita pánico y es impensable.
Después del Congreso de la AHS renuncié al cargo de presidente provincial ,tenia que escoger, o ponerme al lado de los creadores o de las instituciones y decidí seguir como creador; intentar expresarme a través del arte sobre lo que pensaba acerca de mi mundo y de mi patria (la que creí defender en África cuando fui como soldado casi adolescente), pero para entonces ya mis "opiniones visuales", como antes mis criterios resultaban muy inconvenientes y me expulsaron del PCC y con ese "estigma", condenado a ser un artista proscrito sin poder exponer mi obra política que es la que considero como tal; mi ultima exposición fue censurada un día antes de la inauguración, y eso lo conocen muy bien el Centro de Artes Plásticas de Matanzas y Cultura y el Partido. Por otra parte, qué es tener un policía en la puerta de mi taller y otros dos en la puerta de la casa, no es censura, es hostigamiento e intimidación, es represión; y a las varias detenciones bajo cualquier pretexto cómo las llamarían? Mi único delito era pintar y realizar vídeos que criticaban al sistema cubano y por eso no podían dejarme preso pues ni siquiera mantenía relación con alguna organización de oposición, lo cual lamento ahora. No obstante, sabía que llegado el momento buscarían cualquier motivo, para acusarme y encarcelarme si lo consideracen oportuno, pues para eso gozan las autoridades de toda la impunidad que el sistema les confiere,que es toda, por eso, ante la posibilidad de viajar y bajo las constantes amenazas preferí salir. A decir verdad estaba harto de tanto control, tanta desidia, de tanta vigilancia; obstinado como la mayoría de los cubanos de los discursos vacíos, de las estadísticas ridículas, de la doble y la triple moral, del chivato miserable, de los funcionaros ineptos y mediocres, de la sumisión, de todo ese engendro de instituciones concebidas solo para adoctrinar, manipular, controlar y reprimir, harto del triunfalismo a ultranza, de la mentira, de la falta de libertades, de la democracia del dedo, de decisiones locas y del sueño de la utopía que ha terminado en realidad de pesadilla. del silencio, la autocensura, el disimulo y el miedo a perder las pocas prevendas de las que disponen los artistas que nos convierten en sospechosos y enemigos a colegas y amigos. Ya no quiero ni me resigno a seguir siendo parte de todo eso.
A los que osan levantar su voz en contra de cualquiera de las tantas arbitrariedades que se cometen los califican inmediatamente de "asalariados del imperio"; no creo que una persona se arriesgue a pasar 20 años preso por unos cuantos dólares; ¿que no son periodistas?, puede ser que no todos sean periodistas licenciados, ¿que a veces puedan exagerar alguna noticia?, tal vez, pero llamamos periodistas a los del Granma, Juventud Rebelde y TVC que llevan más de cuarenta años mintiendo, ocultando o manipulando la realidad cubana según se les orienta y por lo cual reciben salario, aceptación y aplausos. Llámenme lo que quieran por defender a estas personas, pero deseo aclarar que nunca he pertenecido a ninguna organización opositora, que ni siquiera las conocía, como la mayoría de los cubanos, por ser esta información estricta y cuidadosamente ocultada, pero que las considero tan legítimas y con tanto o más derecho a existir, que cualquiera otra de las tantas oficiales. Todo esto que les digo no son más que algunas de las razones que pugnaban por salir de mi desde hace mucho tiempo y que hasta ahora he estado expresando a través del arte. Ahora intento escribirlo porque lo considero necesario; nunca antes había tomado una decisión tan propia, creo que es el mejor momento para definir mi postura respecto a su institución, dejando constancia, con total claridad, de las causas que me motivan a hacerlo.
Según he podido conocer uno de los aspectos que se ha debatido en este congreso es la difusión en Cuba de artistas y escritores en el exilio, quisiera saber si vamos a encontrar a la venta o fuera de las listas amarillas de las bibliotecas a libros de los escritores Guillermo Cabrera Infante, Zoe Váldez, Reinaldo Arenas, Rafael Rojas, Raúl Rivero, Antonio José Ponte o Duanel Díaz por solo mencionar algunos, o si podremos disfrutar algún día, sin esconderlas, de revistas o publicaciones como Encuentro de la Cultura Cubana, o quizás ver películas como Antes que anochezca, o la música de tantos grandes autores prohibidos oficialmente; si la Unión de Escritores y Artistas de Cuba dejará de negar a tantos creadores que prestigian a la Patria y a su cultura solo porque no comulgan con el gobierno cubano. También dicen que han debatido sobre los espacios de reflexión (o la ausencia total de ellos para hablar con propiedad). En la plástica, que es lo que me toca más de cerca, solo han cambiado eliminando o clausurando todo tipo de espacios expositivos que hayan estado realizando proyectos más o menos experimentales, más o menos críticos; la censura solo se ha recrudecido más y más en nombre de "la batalla de ideas" (la cual ha ganado, sin lugar a dudas) en detrimento del desarrollo cultural de la sociedad, lastrando el crecimiento espiritual de todos los cubanos; después de todo, qué le pueden importar estas "tonterías" a un poder que no valora nada más allá de su "trascendental sobrevivencia". El mercado, al que tanto se criticó por ser parte intrínseca del "brutal capitalismo" ha pasado a ser una herramienta ideal para desarticular a los creadores y a la creación misma. Todos o casi todos caen en la trampa, artistas, curadores,críticos y teóricos. Con relación a mis obras, la reacción de muchos curadores y críticos cubanos (incluso residentes en otros países) cuando se las mostraba, era afirmar categóricamente que hasta ahí no llegaban, no podían trabajar con ellas por miedo a represalias. Por otra parte, desde hace algún tiempo se echó a correr el criterio de que los artistas cubanos no migran por motivos políticos sino económicos, de ser así entonces por qué los niegan, qué sentido tiene el silencio?
Desde la instauración del "nuevo" gobierno cubano, yo entre tantos compatriotas hemos seguido, desde muy discímiles y distantes geografías, con expectación y esperanza el día a día de Cuba, al final y como ha sucedido siempre desde que tengo uso de razón, tras las tibias ilusiones, regresa rotundo el desengaño del inmovilismo cada vez más decadente; la tristeza de constatar el irremediable empantanamiento de un pueblo que bien merecería un poco de felicidad y bienestar después de tanta y tan falsas "epopeyas" inútiles. Una vez más ningún cambio o reforma significativa. Cuando los cubanos podamos decir sin miedo, en nuestro país, lo que pensamos y no seamos perseguidos, amenazados o encarcelados por ello, cuando nuestro trabajo "produzca" un salario digno, cuando podamos salir y entrar de la patria sin tener que pedir permiso, cuando podamos asociarnos libremente, diseñarnos nuestro futuro, formar empresas propias, entonces estaremos hablando realmente de cambios, todo lo demás son insignificancias y simulación que si acaso beneficia a un sector muy reducido de la sociedad con acceso a las divisas.
No obstante, tengo fe en que muy pronto nuestro pueblo terminará por avistar y reformularse un futuro sin consignas ni batallas de ideas, un futuro donde el individuo merezca confianza y sea respetado por sí mismo, donde el talento y las cualidades de la persona no estén condicionados por su ideología sino por su justo y suficiente valor. Ojalá y todavía estemos a tiempo de evitar males mayores y peores calamidades sociales y económicas. Que la inteligencia y la generosidad puedan sobreponerse a la terca crueldad del poder y la egolatría que una vez más le deje a los cubanos como única opción la ilegalidad, la corrupción y la penuria, o,el exilio, la cárcel o aventurarse a esperar del mar la piedad y la permisibilidad para vivir con el decoro que sus gobernantes les prohibieron.
Reitero que esta carta expresa mi opinión y sentimientos como individuo y como creador, llevo casi un año en España sin relacionarme con ninguna organización política y en estos momentos ya he rebasado la catarsis de odio, impotencia y dolor que las tantas arbitrariedades que sufrí en Cuba me llevaron finalmente a tomar: marcharme. Seguiré creando desde el exilio como lo hacen cientos de artistas cubanos que han corrido mi misma suerte y continuaré expresándome sincera y libremente mediante mi trabajo dondequiera que esté, ahora ya sin acosos ni sobresaltos.
Dejo en Cuba una vida llena de dudas y confusiones, también dejo una familia que no comparte ni comprende el porque de mi actos. Quiero aclarar para aquellos que me identifican a través de mi padre, que estoy seguro no aprueba mis ideas, hace algún tiempo no mantenemos comunicación, lamento si mi posición lo pueda afectar en algo, para mi siempre ha sido y sera un excelente creador.
A las 24 horas de enviar esta carta a UNEAC, la haré publica, no para lograr efecto alguno, eso no me interesa, sino para que los que me conocen y los que no, sepan, cuales han sido los motivos por los cuales tomo estas decisiones.

Muchas gracias.

José Manuel Hidalgo Dominguez
Artista plástico

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