Fue un exito la reunion de los miserables. Todo sigue igual pero aplaudieron 129, muchos de los cuales aplauden de todas maneras.
La misma disposicion del evento muestra el desprecio por los participantes. Cuando hay un encuentro de iguales, los vemos cuando presidentes visitan el pais para conversaciones oficiales se reunen alrededor de una mesa.
Cuando hay un auditorio sumiso se coloca una mesa a un mayor nivel con aquellos que dirigen, controlan, autorizan, vigilan, atropellan, desprecian, humillan a los que se encuentran a un nivel mas bajo amontonados como los que ven una pelicula cualquiera sin derecho a que les devuelvan el dinero de la entrada, modificar el guion, escoger a los actores, cambiar el decorado o tener opciones de un final feliz o un final a la rusa. Los mas dignos no asisten a ese cine y no pagan por ver y escuchar semejante bodrio. Si usted entra al cine lo mas probable es que permanezca hasta el final. Lo peor de todo es que no existen ni tan siquiera para esta pelicula una evaluacion de los exitos de taquilla o uno o varios criticos de cine que tengan permiso para opinar, criticar o condenar la puesta en escena. Como agravante señalemos que asistieron al cine sin saber absolutamente nada de cual era la pelicula que estrenarian. Sin dudas fueron invitados solamente los que peor podrian representar a los cubanos de adentro y de afuera.
Desde el primer momento todo les fue suministrado. No se conoce que alguien haya demandado por algun interes o ni tan siquiera haya cantado loas al emperador.
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