CONTRA EL PINGALISMO CASTRISTA/ "Se que no existe el consuelo que no existe la anhelada tierrra de mis suenos ni la desgarrada vision de nuestros heroes. Pero te seguimos buscando, patria,..." - Reinaldo Arenas
martes, marzo 25, 2008
¿Emigración? ¿O destierro y exclusión?/ Oswaldo J. Paya Sardiñas
La Habana -- El periódico cubano Juventud Rebelde publicó el 20 de marzo el siguiente texto: ``Con la firme aseveración de que no existen problemas de fondo entre la nación cubana y la inmensa mayoría de sus emigrados el ministro cubano de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, dejó inaugurada este miércoles en La Habana la reunión Cubanos Residentes en el Exterior contra el Bloqueo y el Terrorismo''.
Esa aseveración demuestra que sí hay un problema de fondo y es el fondo del problema. En primer lugar porque reafirman la doctrina, la política y la práctica excluyente contra los cubanos emigrados al tratarlos como si la nación cubana fuera una realidad y esos emigrados otra. En eso son coherentes, pues durante años y hasta ahora este gobierno no respeta ni establece como derecho legal que los cubanos puedan salir de su país y entrar libremente a este y además impone la categoría de ''salida definitiva'', es decir, destierro, a los cubanos que deciden buscar la libertad o mejor suerte en otro país.
Aquí llegamos al fondo del problema, que es la falta de libertad que genera este éxodo continuado e interminable y la ausencia del reconocimiento de los derechos fundamentales de los cubanos, vivan dentro o fuera de Cuba.
Los ciudadanos en Cuba son privados de la libertad y de sus derechos civiles y políticos, por eso muchos se van. A los cubanos emigrados, aunque formalmente siguen siendo ciudadanos cubanos, el gobierno no les reconoce sus derechos ciudadanos, entre estos el más elemental, que es el de entrar y permanecer libremente en su país.
La diáspora es parte inseparable de nuestra nación. Todos los cubanos hemos sufrido durante décadas la cruel aplicación de la inhumana doctrina de exclusión y de odio contra los que se van o los que se quieren ir. No alcanzaría el espacio de muchos libros para describir el sufrimiento impuesto por este gobierno de Cuba a los cubanos, primero por quererse ir y después por haberse ido. Algunos rasgos descriptivos son necesarios.
Recuerden que el cubano que quiere salir debe pedir un permiso mediante un complicado trámite que implica interrogatorio, investigación y ningún derecho. Algo característico de la indefensión del ciudadano es la expresión que he escuchado de funcionarios de este departamento del Ministerio del Interior dirigiéndose a personas que solicitan permiso para salir del país: ``Nosotros podemos darle el permiso o no dárselo y podemos no decirle nada y no darle ninguna explicación''.
Los cubanos deben pagar los trámites en divisas y el permiso de salida también por un equivalente en su conjunto que equivaldría al salario de un año de un trabajador. Los cubanos deben pagar una mensualidad al Estado cubano para poder permanecer en el extranjero si salieron con permiso temporal de visita familiar. Los cientos de miles de cubanos castigados con la categoría de ''salida definitiva'' deben pagar por el permiso para venir a su propio país, pero además este permiso sólo lo concede el gobierno cubano arbitrariamente y no como derecho, pues lo niega a quien quiere discriminar sin que tenga posibilidad de apelación.
Los cubanos que pueden entrar saben que pasar por la aduana es como pasar por un atraco, pues los funcionarios confiscan bienes arbitrariamente y cobran impuestos formales, pero en muchos casos exigen ''regalos''. Finalmente el visitante cubano sólo puede estar unos pocos días en su propio país, con permiso del gobierno cubano.
Los cubanos que viven fuera de Cuba tienen que pagar de manera amplificada todo intento de relación con sus familiares. Las remesas son gravadas artificialmente con impuestos altísimos, los paquetes de alimentos y ropas con precios de flete desproporcionados, al igual que los pasajes.
A los cubanos que se les concede el permiso de emigrar y el castigo del destierro, que es lo mismo, se les confiscan todos sus bienes, incluida la casa. Desde que la persona inicia el trámite de salida un inspector hace un inventario de sus propiedades, incluso los tomacorrientes, las lámparas, los vasos y los cubiertos. Y estos bienes deben ser entregados antes de que se permita salir a la persona.
Durante años se castigó y se sigue castigando a los que deciden salir o pedir permiso de salida. En otros tiempos se les enviaba varios años a campos de trabajo forzado. Ahora a los médicos y enfermeras que tramitan salida se les castiga laboralmente y todo profesional debe tener una llamada carta del ministro, o ''carta de liberación'', pues en realidad tratan como esclavos a los profesionales al prohibírseles decidir sobre sus propias vidas.
El 18 de diciembre de 2007 presentamos a título ciudadano, una propuesta de ley en las oficinas de la Asamblea Nacional del Poder Popular. El proyecto se titula Ley de Reencuentro Nacional y puede encontrarla en la página www.oswaldopaya.org (que opera parte de mi familia exiliada).
En esta ley se define claramente que todos los cubanos que viven fuera de Cuba y sus hijos tienen todos los derechos como ciudadanos cubanos, también el de entrar a su país y vivir aquí si lo desean. Esta propuesta de ley establece el derecho de todos los cubanos a salir de Cuba y entrar cuando quieran legalmente, sin necesidad de pedir permiso y condena todas las discriminaciones que sufren los cubanos en nuestro propio país sólo por ser cubanos. Cuba necesita del diálogo sin fronteras, no que se impongan condiciones para reconocer los derechos como cubanos a los exiliados.
Si esas condiciones consisten en que sean incondicionales al gobierno, es pedirles que pierdan su libertad. Es como olvidar la razón por la que se fue la inmensa mayoría de los cubanos que emigraron, que es la búsqueda de la libertad. Llegamos a la raíz del problema, la que motiva la emigración y la que hace que muchos quieran irse y la misma que les impide regresar. Aunque aclaro que muchos quedamos aquí buscando la libertad para todos los cubanos y que así continuaremos hasta lograrla.
La ausencia de derechos legales para los cubanos que impide la reunión familiar, entrar a nuestro país y salir libremente, es responsabilidad del gobierno cubano. Si se aprueba La Ley de Reencuentro Nacional, habrá justicia para todos los cubanos, vivan dentro o fuera de Cuba.
Ya mucho hemos sufrido todos por el desgarramiento y la separación. Convencidos estamos de que tanto aman la patria lo que viven fuera como los que vivimos dentro de Cuba y que la patria somos todos los cubanos.
Los exiliados son parte inseparable de la nación cubana.
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