La Nacion y PD
Las cifras son más que elocuentes. Durante 2007, 3197 personas se arrojaron al mar para tratar de salir de Cuba. El triste éxodo superó al de 2006, cuando unas 3002 personas procuraron dejar atrás, a cualquier costo, la falta de libertad y la miseria en las cuales se encontraban sumidas en Cuba, a merced de la dictadura castrista. Quienes así pugnan por escaparse de la isla, en su desesperación desafían todos los peligros, hasta la misma muerte, a bordo de precarias embarcaciones. Son los llamados "balseros", denominación que evoca hoy la búsqueda arriesgada de un porvenir mejor, es decir, la sed de libertad. Quienes constantemente escapan de Cuba pretenden, casi siempre, poder vivir en los Estados Unidos, a los cuales ven como tierra de oportunidades, en la cual, saben, podrán gozar de las libertades civiles y políticas inexistentes en Cuba. Para lograr su objetivo de dejar atrás el terror, los cubanos no sólo se lanzan al mar. Muchos procuran llegar a su destino cruzando a pie la frontera que separa a México de los Estados Unidos. En los últimos siete años, concretamente, unos 191.000 cubanos se refugiaron en ese país. Esto es, unos 27.280 cubanos por año. O lo mismo, unos 74 cubanos por día, incluyendo feriados, sábados y domingos, que pudieron radicarse en el país del Norte. Hablamos de nada menos que de unos tres cubanos que, cada hora, alcanzan su objetivo gracias a la generosidad de una sociedad abierta, que ha sido siempre crisol de razas y lo sigue siendo.
Las cifras son más que elocuentes. Durante 2007, 3197 personas se arrojaron al mar para tratar de salir de Cuba. El triste éxodo superó al de 2006, cuando unas 3002 personas procuraron dejar atrás, a cualquier costo, la falta de libertad y la miseria en las cuales se encontraban sumidas en Cuba, a merced de la dictadura castrista. Quienes así pugnan por escaparse de la isla, en su desesperación desafían todos los peligros, hasta la misma muerte, a bordo de precarias embarcaciones. Son los llamados "balseros", denominación que evoca hoy la búsqueda arriesgada de un porvenir mejor, es decir, la sed de libertad. Quienes constantemente escapan de Cuba pretenden, casi siempre, poder vivir en los Estados Unidos, a los cuales ven como tierra de oportunidades, en la cual, saben, podrán gozar de las libertades civiles y políticas inexistentes en Cuba. Para lograr su objetivo de dejar atrás el terror, los cubanos no sólo se lanzan al mar. Muchos procuran llegar a su destino cruzando a pie la frontera que separa a México de los Estados Unidos. En los últimos siete años, concretamente, unos 191.000 cubanos se refugiaron en ese país. Esto es, unos 27.280 cubanos por año. O lo mismo, unos 74 cubanos por día, incluyendo feriados, sábados y domingos, que pudieron radicarse en el país del Norte. Hablamos de nada menos que de unos tres cubanos que, cada hora, alcanzan su objetivo gracias a la generosidad de una sociedad abierta, que ha sido siempre crisol de razas y lo sigue siendo.
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