miércoles, enero 16, 2008

¡A la salud del Che! [sobre la liberacion de las dos rehenes]

Por: Fernando Londoño
http://www.elpais.com.co/historico/ene162008/OPN/opi01.html

Entre ese mar de mermelada barata que fue la transmisión televisada del regreso de Clara Rojas y Consuelo González, con un libreto que parecía de Félix B. Caignet, a nuestros lelos periodistas se les escaparon los hechos sustantivos del acto. O por lo menos la inmensa mayoría de ellos. Y entre esas omisiones subrayamos la evidente dedicatoria del acontecimiento al Che Guevara. En muy pocos minutos quedó claro el elenco del sainete. La inevitable Piedad Córdoba, cada vez más voluminosa y satisfecha de sí misma, el bronco Ministro del Interior y de Justicia de Venezuela, el Embajador de Cuba, los delegados de la Cruz Roja, los guerrilleros, las liberadas y otra corpulenta mujer, la más besucona, la primera en llegar a todas partes, la que más cosas decía y la que mostraba la intención y el alcance de aquel juego de política tramposa. En su camiseta oscura, harto grande como a su figura correspondía, la imagen del Che Guevara despejaba cualquier duda sobre el patrocinio ideológico de la jornada. A nadie sorprenderá la afinidad de la dictadura venezolana con la dictadura cubana. El camarada paracaidista ha repetido hasta la fatiga su admiración y dependencia intelectual del caduco tetrarca cubano. Tampoco a nadie le quedará duda de que el Che es el símbolo del régimen cubano y tampoco puede olvidarse que las Farc nacieron comunistas, que comunistas se han definido siempre y que comunistas agonizan. No es para nada difícil, entonces, adivinar por qué secuestran las Farc a nombre del Che Guevara. Lo hacen porque quieren dinero y el secuestro es una de sus reconocidas fuentes de ingresos. Pero lo hacen sobre todo por sembrar terror entre la sociedad colombiana. Por miedo al secuestro quedaron a la deriva los campos y las villas; por miedo al secuestro dejaron el país millones de colombianos que han encontrado otra vida en cualquier parte que no sea Colombia, este horrible sitio donde a la gente se la roban para cobrar rescate por su libertad. En la lucha por arruinar y destruir este país, el secuestro no tiene parangón como método terrorista. Por eso está claro que las Farc secuestran a cuantos puedan. El Che, campeón de los fusilamientos de inocentes en Cuba, sería el más resuelto de los secuestradores. Por eso los inspiran su efigie y su memoria. Lo que podría ser menos fácil de descifrar es por qué se liberan víctimas del secuestro a nombre del mismo Che Guevara. Pues por varias razones. La primera, porque la entrega de Clara y Consuelo no fueron gratuitas. Chávez pagó millones de dólares por lograrla. La segunda, porque a una prensa bobalicona y una opinión elemental, se le puede meter gato por liebre y venderle la especie de que las Farc no son, en el fondo, tan perversas. Y la tercera y principal, porque la farsa daría dividendos políticos. Y los hubiera dado si Chávez, con algo de sutileza, manejara el tema. Exigir al otro día el retiro de las Farc de la lista de terroristas, fue demasiado. Hasta los franceses quedaron desarmados ante tamaña audacia. Declarar insurgentes a los que hicieron lo que hicieron a más de 700 compatriotas, sólo puede ocurrírsele a una mente tan primitiva como la de Chávez. Combinada, por supuesto, con la de Rodríguez Chacín y Piedad Córdoba. ¡Qué terna, por Dios! Y la insurgencia de las Farc le daría a Chávez temible poder en Venezuela. Ya tendremos ocasión de desnudar el sentido de esa jugada siniestra.

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