Entrevista a Juan Escalona, Fiscal General del Estado de Cuba
Por Hugo Ruiz Olazar, desde Asunción *
Por Hugo Ruiz Olazar, desde Asunción *
(N. de la R. El general Juan Escalona, Fiscal General de Cuba y verdugo del general Ochoa y del coronel Antonio de la Guardia —entre otras docenas de cubanos— no tiene paciencia ni perspicacia para responder preguntas a la prensa. Perdió los estribos en Paraguay. Sin embargo, quienes conocen por dentro el hogar de este personaje, donde convive con su esposa, coronel del Minfar, hablan de una casa en la que el matrimonio se siente traicionado por un Fidel que los "embarcó" en el caso de Ochoa. Escalona —al que el periodista le llama Escalonada— es una persona profundamente despreciada por los militares y poco o nada respetada por los abogados. Es santiaguero, ronda los setenta años y se dice que ha tenido problemas con el alcohol).
El fiscal general de la República de Cuba, Juan Escalona, accedió a esta entrevista durante la Asamblea Iberoamericana de Fiscales que finalizó en Asunción el viernes.
- ¿Cuál es su cargo? - Soy el fiscal general de la República de Cuba.
- ¿Desde hace cuánto tiempo? - Desde hace 12 años.
-¿Qué responde cuando le preguntan sobre el tema de la libertad en Cuba?- A mí no me preguntan generalmente esas cosas. Casi todos los fiscales que estuvieron aquí (en la 13ª Asamblea de Fiscales de Iberoamérica) han estado en Cuba. Conocen Cuba. Han participado de eventos científicos con nosotros. Parece que lo que han visto no les preocupó mucho, porque no me preguntan sobre eso, absolutamente nada.
- ¿Pero cuál es su respuesta cuando le preguntan sobre las restricciones a la libertad? - ¿A cuáles libertades se refiere?
- Por ejemplo, a la libertad de expresión... - ¿Usted ha estado en Cuba?
- No.- Entonces, no puede preguntar sobre eso porque no sabe nada.
- Hay informes sobre violaciones de derechos humanos que se presentan periódicamente en los foros internacionales. - Mire. Si usted quiere que hablemos..., ese tipo de información que yo no se la voy a dar... En mi país, los derechos humanos se respetan, por sobre todas las cosas. Nosotros combatimos el terrorismo. Sin embargo, los Estados Unidos capturaron cinco cubanos que estaban infiltrados en grupos terroristas para alertar al Gobierno y el pueblo cubano de lo que pretendían los terroristas desde los Estados Unidos. A uno le pusieron dos prisiones perpetuas, a otro una prisión perpetua más 19 años. Son luchadores contra el terrorismo y los sancionan. En cambio, los verdaderos terroristas, los cubanos que estaban presos en Panamá por intentar un atentado contra la vida del comandante Fidel Castro, fueron indultados por la ex presidenta Mireya Moscoso, violando la Constitución y las leyes de Panamá y viven tranquilamente en EE.UU. Sin embargo, los nuestros están presos con sanciones brutales y en un juicio desvergonzado, amañado. Nosotros tenemos que luchar contra un enemigo muy grande y fuerte. Pero aun así, siendo chiquitos, somos más fuertes que ellos.
- ¿Y en el caso de los presos políticos que tiene el gobierno de Fidel Castro, aquellos 75 de la llamada Primavera de Cuba? - No, no, no. No son 75. Ya hemos puesto en libertad, por problemas de salud, de enfermedad, a ocho de ellos. Pero observe esto. Espero que escriba lo que yo le digo.
- Por supuesto. - Bueno, porque tantas veces me ha pasado que yo digo algo y después ponen lo que yo no dije, y lo que yo dije no lo ponen. Entonces, estamos jodidos. Ahí hay una Oficina de Intereses de los Estados Unidos.
- En La Habana. - Sí. Esa Oficina de Intereses de EE.UU. subvenciona con dinero del presupuesto norteamericano a esos señores que se dedican a esa actividad que ellos llaman "disidencia". Aquel grupo (de los 75 presos políticos) estaba ya en una posición delictual. Y bueno, cuando la gente comete delito en su país, ¿usted qué hace? Se la apresa, ¿no?
- Entre ellos hay muchos periodistas. - ¡Noo! Hay dos o tres que se dicen periodistas, pero nunca lo fueron.
- ¿No son? - Jamás lo fueron. Además que no tienen el nivel escolar para ser periodistas ni mucho menos. Pero bueno, le dieron el título de periodistas en la Oficina de Intereses de los Estados Unidos. Los conceptuaron como periodistas. Fíjese, nosotros estamos muy cerca de los EE.UU. Los periodistas hablan por teléfono allá y nadie les mete preso por eso. Es posible transmitir al Miami Herald, a los canales de televisión (norteamericanos) desde Cuba. La gente en Cuba puede hablar como quiera.
- Y esos 29 o 30 periodistas...- ¡No son periodistas!
- ¿No son periodistas? - No lo son.
- ¿Y ese Raúl Rivero que recibió un premio de la Unesco? - Raúl Rivero es poeta. No es periodista.
- ¿Ah, no? - No. Rivero y todos ellos viven de un salario que le paga la Oficina de Intereses de los Estados Unidos en Cuba para hacer lo que les manda la Oficina de Intereses de los Estados Unidos. Esa es la situación. Para la Unesco no. No hay ninguna decisión de la Unesco.
- ¡Pero la Unesco lo premió este año! - No hay ninguna decisión de la Unesco.
- Este año debía ir la esposa a recibir el premio y no la dejaron salir. - ¡No, no, no! Usted tiene que informarse de lo que pasa en Cuba. ¡No sabe nada de lo que pasa en mi país!
- ¿Cuál es el caso de este señor específicamente? Este fue un caso muy promocionado a nivel internacional. - Todos los personajes que trabajan para los Estados Unidos son promocionados fuera de Cuba. No tenga la menor duda.
- Le dieron un premio internacional. - Qué me va a hablar de premio si el premio se lo dan a cualquiera.
- ¿Qué delito cometió Rivero?- Él, Rivero, cometió el delito de conspirar contra la Revolución (cubana) a favor de los Estados Unidos.
- ¿Se lo pilló in fraganti? - Mire, yo no sé, porque yo no soy policía. Yo recojo la información y... pero... ¡Usted tiene muy mala información de Cuba. No le voy a decir más nada! (se levanta fastidiado, como para retirarse).
- No, no, no. Son solo preguntas. - ¡Usted tiene mala información de Cuba y le quiere buscar la vuelta...! (se levanta).
- No, no. El punto de vista de un fiscal de Cuba puede ser interesante para el público que no conoce, por todo lo que se dice. - (continúa hablando, ya parado, dispuesto a retirarse) Lo que yo hago habitualmente es no hablar de estas cosas fuera de Cuba con la gente que piensa sobre Cuba lo que usted piensa...
- No es una cuestión de opinión. Son preguntas, curiosidades, enigmas sobre Cuba. No debe ser extraño para usted. - Pero usted no pregunta sobre las cosas fabulosas que hay en Cuba, como el gran desarrollo de la educación, con aulas que no tienen más de 15 alumnos con un maestro. En cada aula cubana hay una computadora, un televisor para aprender a partir de ahí. En Cuba hay dos canales nacionales de televisión que transmiten las 24 horas clases para los estudiantes.
- Claro. Por eso justamente nos interesa. Hay 500 paraguayos estudiando en Cuba. - Perdóneme. Hay 40.000 médicos cubanos fuera de Cuba. Están en todas partes. En Guatemala, en Venezuela, en Paraguay.
- Entonces, no puede decir que uno actúa con malicia cuando se le pregunta. Es una legítima curiosidad, hay gente estudiando allá. - Pero podría hacer preguntas más bonitas. Setenta y cinco no es nada (refiriéndose a los presos políticos). Cuando usted tiene 40.000 médicos prestando servicios en veinte y tantos países del mundo, a la población pobre de esos países, ¿qué significa 75?
- ¿Es un régimen especial Cuba? - Cuba es un régimen especial.
- No es como el común de los países latinoamericanos. - No es común.
- ¿Por qué adopta ese régimen? - Porque queremos construir el socialismo.
- Usted habla de la educación, de la salud. - La salud, el deporte. ¿Cuál país latinoamericano es el que gana más medallas en las Olimpiadas?
- Perfecto. Esos fenómenos por un lado, pero esos contrastes por el otro. Ese es el tema. - Váyase a Cuba. Vaya y vea cómo se producen esos fenómenos.
- ¿Todo es mala información entonces? - Es la Oficina de Intereses. EE.UU. es nuestro gran enemigo. Nos tienen bloqueado desde hace 45 años y con todo eso, tenemos un desarrollo diferente en el país. Pero bueno, insisten en hacernos la guerra de todas maneras. Ahora se ha complicado bastante (las cosas) con las competencias de este nuevo presidente (por Bush). Es un problema, pero estamos seguros de que vamos a resistir.
- ¿Cómo hacen para que funcione la justicia en medio de tantas denuncias internacionales?- Funciona.
- ¿No hay torturas, no hay violaciones de derechos humanos? - No hay tortura.
- Esas celdas de castigo que dicen que hay ¿es propaganda? - No existen. Ahora, en cualquier prisión hay veces en que algún preso se porta mal y hay que encerrarlo. En todo el mundo eso es normal.
- Este periodista Rivero por ejemplo. Dicen que estuvo en una celda tapiada que le afectó en los pulmones que degeneró en enfermedad. - Oiga, si ya hemos soltado ocho porque están enfermitos. Les hemos puesto un médico. A uno de ellos, a uno de estos 75 desgraciados, se le hizo un transplante de riñón, a cuenta del Estado cubano. Hay muchas cosas que se dice que no sería justo decirlas. Y le pido a usted que no lo repita. Vaya a Cuba primero.
- Los llama "desgraciados", ¿por qué? - Dije "desgraciado" porque tuvo la desgracia de enfermarse del riñón. Pero lo operamos y se le hizo un transplante. En Cuba, la salud es básica y fundamental.
- ¿No existe amnistía en Cuba? - Ya le dije que hay. Ocho están amnistiados, indultados y en su casa por problemas de salud.
- Hay periodistas que tienen condenas de 30 años por "conspiración". ¿No le parece exagerado? - ¡No son periodistas. Nunca han sido periodistas. Son conspiradores al servicio de la Oficina de Intereses de Estados Unidos! (molesto, corta la entrevista y se va).
- ¿Cuál es su cargo? - Soy el fiscal general de la República de Cuba.
- ¿Desde hace cuánto tiempo? - Desde hace 12 años.
-¿Qué responde cuando le preguntan sobre el tema de la libertad en Cuba?- A mí no me preguntan generalmente esas cosas. Casi todos los fiscales que estuvieron aquí (en la 13ª Asamblea de Fiscales de Iberoamérica) han estado en Cuba. Conocen Cuba. Han participado de eventos científicos con nosotros. Parece que lo que han visto no les preocupó mucho, porque no me preguntan sobre eso, absolutamente nada.
- ¿Pero cuál es su respuesta cuando le preguntan sobre las restricciones a la libertad? - ¿A cuáles libertades se refiere?
- Por ejemplo, a la libertad de expresión... - ¿Usted ha estado en Cuba?
- No.- Entonces, no puede preguntar sobre eso porque no sabe nada.
- Hay informes sobre violaciones de derechos humanos que se presentan periódicamente en los foros internacionales. - Mire. Si usted quiere que hablemos..., ese tipo de información que yo no se la voy a dar... En mi país, los derechos humanos se respetan, por sobre todas las cosas. Nosotros combatimos el terrorismo. Sin embargo, los Estados Unidos capturaron cinco cubanos que estaban infiltrados en grupos terroristas para alertar al Gobierno y el pueblo cubano de lo que pretendían los terroristas desde los Estados Unidos. A uno le pusieron dos prisiones perpetuas, a otro una prisión perpetua más 19 años. Son luchadores contra el terrorismo y los sancionan. En cambio, los verdaderos terroristas, los cubanos que estaban presos en Panamá por intentar un atentado contra la vida del comandante Fidel Castro, fueron indultados por la ex presidenta Mireya Moscoso, violando la Constitución y las leyes de Panamá y viven tranquilamente en EE.UU. Sin embargo, los nuestros están presos con sanciones brutales y en un juicio desvergonzado, amañado. Nosotros tenemos que luchar contra un enemigo muy grande y fuerte. Pero aun así, siendo chiquitos, somos más fuertes que ellos.
- ¿Y en el caso de los presos políticos que tiene el gobierno de Fidel Castro, aquellos 75 de la llamada Primavera de Cuba? - No, no, no. No son 75. Ya hemos puesto en libertad, por problemas de salud, de enfermedad, a ocho de ellos. Pero observe esto. Espero que escriba lo que yo le digo.
- Por supuesto. - Bueno, porque tantas veces me ha pasado que yo digo algo y después ponen lo que yo no dije, y lo que yo dije no lo ponen. Entonces, estamos jodidos. Ahí hay una Oficina de Intereses de los Estados Unidos.
- En La Habana. - Sí. Esa Oficina de Intereses de EE.UU. subvenciona con dinero del presupuesto norteamericano a esos señores que se dedican a esa actividad que ellos llaman "disidencia". Aquel grupo (de los 75 presos políticos) estaba ya en una posición delictual. Y bueno, cuando la gente comete delito en su país, ¿usted qué hace? Se la apresa, ¿no?
- Entre ellos hay muchos periodistas. - ¡Noo! Hay dos o tres que se dicen periodistas, pero nunca lo fueron.
- ¿No son? - Jamás lo fueron. Además que no tienen el nivel escolar para ser periodistas ni mucho menos. Pero bueno, le dieron el título de periodistas en la Oficina de Intereses de los Estados Unidos. Los conceptuaron como periodistas. Fíjese, nosotros estamos muy cerca de los EE.UU. Los periodistas hablan por teléfono allá y nadie les mete preso por eso. Es posible transmitir al Miami Herald, a los canales de televisión (norteamericanos) desde Cuba. La gente en Cuba puede hablar como quiera.
- Y esos 29 o 30 periodistas...- ¡No son periodistas!
- ¿No son periodistas? - No lo son.
- ¿Y ese Raúl Rivero que recibió un premio de la Unesco? - Raúl Rivero es poeta. No es periodista.
- ¿Ah, no? - No. Rivero y todos ellos viven de un salario que le paga la Oficina de Intereses de los Estados Unidos en Cuba para hacer lo que les manda la Oficina de Intereses de los Estados Unidos. Esa es la situación. Para la Unesco no. No hay ninguna decisión de la Unesco.
- ¡Pero la Unesco lo premió este año! - No hay ninguna decisión de la Unesco.
- Este año debía ir la esposa a recibir el premio y no la dejaron salir. - ¡No, no, no! Usted tiene que informarse de lo que pasa en Cuba. ¡No sabe nada de lo que pasa en mi país!
- ¿Cuál es el caso de este señor específicamente? Este fue un caso muy promocionado a nivel internacional. - Todos los personajes que trabajan para los Estados Unidos son promocionados fuera de Cuba. No tenga la menor duda.
- Le dieron un premio internacional. - Qué me va a hablar de premio si el premio se lo dan a cualquiera.
- ¿Qué delito cometió Rivero?- Él, Rivero, cometió el delito de conspirar contra la Revolución (cubana) a favor de los Estados Unidos.
- ¿Se lo pilló in fraganti? - Mire, yo no sé, porque yo no soy policía. Yo recojo la información y... pero... ¡Usted tiene muy mala información de Cuba. No le voy a decir más nada! (se levanta fastidiado, como para retirarse).
- No, no, no. Son solo preguntas. - ¡Usted tiene mala información de Cuba y le quiere buscar la vuelta...! (se levanta).
- No, no. El punto de vista de un fiscal de Cuba puede ser interesante para el público que no conoce, por todo lo que se dice. - (continúa hablando, ya parado, dispuesto a retirarse) Lo que yo hago habitualmente es no hablar de estas cosas fuera de Cuba con la gente que piensa sobre Cuba lo que usted piensa...
- No es una cuestión de opinión. Son preguntas, curiosidades, enigmas sobre Cuba. No debe ser extraño para usted. - Pero usted no pregunta sobre las cosas fabulosas que hay en Cuba, como el gran desarrollo de la educación, con aulas que no tienen más de 15 alumnos con un maestro. En cada aula cubana hay una computadora, un televisor para aprender a partir de ahí. En Cuba hay dos canales nacionales de televisión que transmiten las 24 horas clases para los estudiantes.
- Claro. Por eso justamente nos interesa. Hay 500 paraguayos estudiando en Cuba. - Perdóneme. Hay 40.000 médicos cubanos fuera de Cuba. Están en todas partes. En Guatemala, en Venezuela, en Paraguay.
- Entonces, no puede decir que uno actúa con malicia cuando se le pregunta. Es una legítima curiosidad, hay gente estudiando allá. - Pero podría hacer preguntas más bonitas. Setenta y cinco no es nada (refiriéndose a los presos políticos). Cuando usted tiene 40.000 médicos prestando servicios en veinte y tantos países del mundo, a la población pobre de esos países, ¿qué significa 75?
- ¿Es un régimen especial Cuba? - Cuba es un régimen especial.
- No es como el común de los países latinoamericanos. - No es común.
- ¿Por qué adopta ese régimen? - Porque queremos construir el socialismo.
- Usted habla de la educación, de la salud. - La salud, el deporte. ¿Cuál país latinoamericano es el que gana más medallas en las Olimpiadas?
- Perfecto. Esos fenómenos por un lado, pero esos contrastes por el otro. Ese es el tema. - Váyase a Cuba. Vaya y vea cómo se producen esos fenómenos.
- ¿Todo es mala información entonces? - Es la Oficina de Intereses. EE.UU. es nuestro gran enemigo. Nos tienen bloqueado desde hace 45 años y con todo eso, tenemos un desarrollo diferente en el país. Pero bueno, insisten en hacernos la guerra de todas maneras. Ahora se ha complicado bastante (las cosas) con las competencias de este nuevo presidente (por Bush). Es un problema, pero estamos seguros de que vamos a resistir.
- ¿Cómo hacen para que funcione la justicia en medio de tantas denuncias internacionales?- Funciona.
- ¿No hay torturas, no hay violaciones de derechos humanos? - No hay tortura.
- Esas celdas de castigo que dicen que hay ¿es propaganda? - No existen. Ahora, en cualquier prisión hay veces en que algún preso se porta mal y hay que encerrarlo. En todo el mundo eso es normal.
- Este periodista Rivero por ejemplo. Dicen que estuvo en una celda tapiada que le afectó en los pulmones que degeneró en enfermedad. - Oiga, si ya hemos soltado ocho porque están enfermitos. Les hemos puesto un médico. A uno de ellos, a uno de estos 75 desgraciados, se le hizo un transplante de riñón, a cuenta del Estado cubano. Hay muchas cosas que se dice que no sería justo decirlas. Y le pido a usted que no lo repita. Vaya a Cuba primero.
- Los llama "desgraciados", ¿por qué? - Dije "desgraciado" porque tuvo la desgracia de enfermarse del riñón. Pero lo operamos y se le hizo un transplante. En Cuba, la salud es básica y fundamental.
- ¿No existe amnistía en Cuba? - Ya le dije que hay. Ocho están amnistiados, indultados y en su casa por problemas de salud.
- Hay periodistas que tienen condenas de 30 años por "conspiración". ¿No le parece exagerado? - ¡No son periodistas. Nunca han sido periodistas. Son conspiradores al servicio de la Oficina de Intereses de Estados Unidos! (molesto, corta la entrevista y se va).
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