Joseph Goebbels. Principios y aplicaciones practicas.
Algunos pueden haber oido hablar o pasar la vista por este nombre en mas de una ocasion pero hay una gran mayoria que ignora la trascendencia historica de la manipulacion de las grandes masas utilizando los siguientes principios.
Hay un gran especialista en toda esta historia de la Alemania nazi, del nacional-socialismo, del fascismo-comunismo y el totalitarismo, con gran experiencia practica y exitoso desempeño por mas de medio siglo. Cualquier duda o alabanza favor de dirigirla a Fidel Kaxtroz Ruz.
Desde un “Armas para qué” en enero del 59 hasta un “Liberen a Elian”, pasando por “Los 10 Millones Van”, “Se recupera”, “Volveran”, sin ignorar su propio “Mein Kampf” renombrado como “La Historia me Absolverá” la guerra psicologica contra amigos y enemigos con el unico objetivo de la creación y eternizacion de la monarquia kaxtrizta.
Guerras psicologicas y propagandistas han desarrollado las agencias de inteligencia kaxtriztaz en Cuba, toda America Letrina, Estados Unidos, Washington, el Departamento de Estado, el FBI, Miami, Europa, particularmente España, infiltrando agentes y utilizando los medios de divulgación y las leyes democraticas para destruir y dominar mentes, cuerpos y acciones y reacciones. Gobiernos, medios de prensa, partidos politicos, agencias represivas se han visto penetrados o han utilizado la colaboración “desinteresada” de los servicios de la camarilla tiranica. Bolivia, Nicaragua, Santo Domingo, Granada, Venezuela, Chile, Argentina, Colombia, Ecuador, otros paises de America, Asia, Africa y USA los han visto invadir o “colaborar”. Australia y Nueva Zelandia, tampoco Canada se han salvado de lo que le hemos enviado en pequeñas cuotas casi inadvertidas o por decenas de miles con las mas modernas armas posibles o con disfraces de los mas diversos tipos.
Ahí estan los espias destapados y medios como el Miami Herald y el Nuevo Herald, la Universidad Internacional de la Florida penetrados y las emisoras de radio con un Inmundicia Garcia, Max Lesnik, Aruca, Armengol y Marifelix Perez Stable entre los mas atrevidos y destacados. Recursos economicos cuantiosos han fortalecido la labor por los aportes de Citgo y las agencias de viajes a Cuba de manera descubierta y otros muchos complices de manera encubierta.
Acciones propagandisticas extraordinarias pueden recordarse emprendidas por el sistema politico-represivo ordenado, dirigido y estrechamente controlado por el especialista goebeliano en jefe en situaciones donde se han dado puntos de inflexión en la siempre critica y cada vez peor situación vivida por los ahora mas de 13 millones de cubanos en la isla y extranjia:
la Reforma Agraria Va (y destruyeron la agricultura),
la desaparición de Camilo mas perdido que el avion de Air France,
la velada solemne por el envio, abandono y muerte del Che,
la Ofensiva Robo-lucionaria,
el secuestro y milagrosa devolucion de 11 pescadores en mayo de 1970,
los congresos del PCC (el proximo a celebrarse en octiembre del año que nieve),
el incendio del circulo infantil “Le Van Tan” con los bomberos apostados y listos 15 minutos antes de desatarse,
la cura en salud aplicada contra, el ejercito, los generales y los servicios de inteligencia con el fusilamiento de 4 fieles servidores del regimen en la causa No. 1 del 1989 y
actualmente la puesta en escena de la sucesion monarquica con el desfile presidencial mas repugnante que ojos humanos vieran incluyendo el de algunos otros colaboradores de la linea goebeliana como Des-atinos e Insulso.
Ahí les van para que los repasen o conozcan junto con la ultima deyeccion del monarca en jefe.
- Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo.
- Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
- Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.
- Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
- Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.
- Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.
- Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
- Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
- Principio de la silenciación. Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
- Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
- Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad.
Pueden leer la mas reciente deyeccion aunque tal vez con el titulo sea suficiente La envidia de Goebbels